Gallegos de la marcha por la dignidad culpan de la violencia a infiltrados
“Somos la resistencia galega que dice Cifuentes y volveremos a donde haga falta”, ironizan
Representantes gallegos de diversos colectivos participantes en las marchas por la dignidad que el pasado sábado se concentraron en Madrid se manifestaron este mediodía ante el Parlamento de Galicia para denunciar que los disturbios que se registraron al término de la “pacífica” y “festiva” protesta ciudadana se debieron a “incidentes provocados” por desconocidos que no habían participado en las marchas. Frente a las informaciones que apuntan a un papel destacado de supuestos miembros o simpatizantes de Resistencia Galega en los disturbios, los representantes de los colectivos sociales se autoinculparon “irónicamente” de ser “la resistencia galega que dice la señora Cifuentes [por la delegada del Gobierno en Madrid]”, añadiendo que resistirán a las políticas del Ejecutivo y asegurando que volverán a manifestarse “donde haga falta” frente a la “violencia estructural, el hambre y el maltrato”.
Ante la Cámara gallega, rodeados de un amplio despliegue policial y escuchados de cerca por un par de agentes de paisano, se concentraron hoy una decena de representantes de sindicatos, partidos o movimientos sociales impulsores de las marchas desde Galicia como la CGT, la CUT, el Sindicato Ferroviario, Anova, EU o el 15-M. Manolo Rodríguez, de la CUT, criticó la “campaña infame de intoxicación del PP y la señora Cifuentes” en complicidad con los “medios del régimen” para “criminalizar un movimiento imparable”. Rodríguez lamentó que una protesta “masiva” haya quedado reducida informativamente a los incidentes que se registraron a su finalización, que atribuyó a un “operativo parapolicial” y “premeditado”. Por ello, el sindicalista avanzó que tienen un equipo jurídico que está estudiando la posibilidad de denunciar a la delegada del Gobierno en Madrid como causante de los disturbios.
Según los representantes de los colectivos que se desplazaron el sábado a Madrid, las cargas policiales empezaron como respuesta a los destrozos que comenzaron a causar “tres personas no identificadas que portaban una bandera negra y que no estaban en la manifestación previa”. Sobre los manifestantes gallegos detenidos el sábado acusados de resistencia a la autoridad, los ayer concentrados en Santiago criticaron su “tratamiento en comisaría, que deja claro que estamos en un estado de derecha y no en un Estado de Derecho”.
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