Los pinchazos implican a la portavoz del PP gallego en enchufes en Santiago
Paula Prado sobre Conde Roa: "Lo poco que se hace huele a pelotazo urbanístico" La exconcejal de Santiago asegura: " Es todavía peor que lo que había"
Nuevas partes del sumario de la Operación Pokémon contra la corrupción municipal, conocidas este martes, contienen conversaciones telefónicas que implican a la actual portavoz del PP gallego, Paula Prado, en manejos para enchufar a personas conocidas de ella o próximas al partido en el Ayuntamiento de Santiago y en empresas contratistas de la institución. Las conversaciones fueron registradas por el Servicio de Vigilancia de Aduanera a lo largo de 2011 y 2012, cuando Prado, también diputada autonómica y que no está imputada en la causa, era concejal del grupo de gobierno compostelano que entonces encabezada el posteriormente dimitido Gerardo Conde Roa.
Uno de los pinchazos registra una charla de Prado con el entonces jefe de gabinete de la alcaldía, Ángel Espadas, el 30 de noviembre de 2011, en la que la actual portavoz del PP gallego pregunta a su interlocutor si ha dejado abiertos los cajones donde guarda los currículos en su despacho ya que desea hacer una serie de indicaciones en los papeles presentados por aspirantes a puestos de trabajo que no se detallan. Prado no quiere concretar más en la conversación telefónica y explica a Espadas que ya se lo comentará en persona.
El 27 de diciembre, Espadas llama a Prado y ambos hablan sobre la contratación para el programa Urbana del Ayuntamiento de S.N., afiliada del PP. En enero, la ahora portavoz del PP gallego, que en aquel momento dirigía el departamento municipal de Benestar en Santiago, aparece reconociendo diversas gestiones para colocar a las hijas de un conocido en Geriatros, empresa de las antiguas cajas gallegas que gestiona residencias de mayores con numerosos contratos públicos.La propia Prado admite que le "da palo" pedirle "cosas" a la empresa cuando el Ayuntamiento le debe 800.000 euros. Y entonces apunta que tal vez sería más fácil enchufarlas en Sermasa, una filial del grupo Vendex, eje de la trama Pokémon, que recibió contratas de Santiago para administrar guarderías públicas. En conversaciones posteriores, la entonces concejal y el jefe de gabinete de la alcaldía -que llegó a estar encarcelado por este caso- discuten sobre el contenido de los currículums.
Prado también está al tanto, según revelan los pìnchazos, de los enchufes en la empresa de informática Plexus, con varios contratos con el Ayuntamiento. En sus conversaciones con Espadas ambos comentan que el jefe del gabinete de la alcaldía le está remitiendo a la empresa currículos enviados por un hermano de la portavoz del PP gallego, el abogado Luciano Prado, con gran influencia en los populares compostelanos. Espadas revela además a Paula Prado que Plexus también ha contratado, presuntamente a petición de Conde Roa, al marido de la concejal del PP María Pardo, en la actualidad portavoz del gobierno compostelano.
El 30 de marzo, los inseparables Prado y Espadas vuelven a hablar por teléfono para intercambiar los nombres de personas recomendadas a fin de que sean contratadas dentro de un "programa de cooperación" que no se especifica. Los dos abordan cómo "adaptar los requisitos que va a pedir [el Ayuntamiento] para cubrir los puestos" a los perfiles profesionales de los aspirantes que ellos apoyan.
Además, Prado también intercede ante el concejal de Seguridad y Movilidad, Albino Vázquez Aldrey -que dimitió tras ser detenido por esta causa- para que contrate a la madre de una militante del PP. La entonces edil de Benestar le envía los datos a través de un mensaje telefónico y le explica que afiliada es de su "quinta". La mujer fue efectivamente contratada, como queda acreditado en el sumario.
En otras conversaciones, Prado y Espadas comentan además que la primera está intercediendo ante el portavoz del PP en Lugo y diputado autonómico, Jaime Castiñeira, para que este, desde la oposición municipal en la ciudad, dé su visto bueno a un contrato con Aquagest. El que en ese momento era delegado de la empresa de aguas en Santiago, José Luis Míguez, mantenía una estrechísima relación con Espadas.
Como a lo largo de los tomos del sumario que se han ido conociendo en las últimas semanas, las conversaciones revelan la guerra interna del PP de Santiago, las pésimas relaciones entre los miembros del gobierno local e incluso las sospechas de corrupción que ellos mismos confiesan en privado. En enero de 2012, Prado llega a decir a Espadas sobre la gestión de Conde Roa: "Lo poco que se hace huele a pelotazo urbanístico. Es todavía peor que lo que había. Menos mal que no hay oposición, si no, nos comerían".
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