Gipuzkoa reivindica el “derecho a decidir” para gestionar la diversidad

La Diputación de Gipuzkoa, gobernada por Bildu, ha reivindicado hoy con motivo del Día Internacional contra el Racismo el "derecho a decidir" como "instrumento político necesario" para gestionar las políticas de "diversidad, migración, nacionalidad y ciudadanía", incluido el "derecho de asilo".

En una declaración institucional, la institución foral se ha reafirmado en la "determinación de reivindicar y materializar el derecho a decidir" y definir entre las personas que viven en "Euskal Herria", "independientemente de su procedencia", cómo quieren desarrollar sus propias políticas de diversidad. Para ello ha subrayado la necesidad de impulsar un debate que permita alcanzar un "acuerdo de país" lo "más amplio posible" sobre cómo gestionar la diversidad del territorio.

La institución gobernada por Bildu afirma que "no se puede entender Gipuzkoa y Euskal Herria" sin tener en cuenta la diversidad de orígenes de sus habitantes y la aportación que han realizado con su trabajo diario personas procedentes de "otros pueblos y naciones".

En este sentido, asegura que seguirá trabajando contra el racismo y la xenofobia para construir "una nueva cultura de la diversidad" con el objeto de que ésta "siga siendo una de las características más enriquecedoras de la sociedad" guipuzcoana.

El texto hace hincapié en que hechos como el naufragio de inmigrantes en Lampedusa o lo que denomina "barbarie" de Ceuta ponen de manifiesto la "verdadera faz" de las políticas de migración y extranjería de la UE. A su juicio, la externalización, militarización y fortificación de las fronteras "nada tiene que ver" con operaciones de salvamento, humanismo o lucha contra las mafias del tráfico de personas y sí "con la necesidad del capitalismo de garantizarse mano de obra barata".

Asimismo rechaza la "estrategia" que ponen en práctica determinadas instituciones que considera que "enmascaran" la explotación humana, la precarización laboral, los recortes de derechos con "la amenaza del 'otro'", valiéndose de la diferencia "como excusa para justificar las desigualdades sociales".