La patronal sevillana defiende el plan del puerto para blindar las orillas de Doñana

La Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) ha defendido este jueves el proyecto de protección de la margen derecha del Guadalquivir a la altura de Doñana, un plan que ha ideado el puerto de Sevilla para que se le permita aumentar el calado del río y así lleguen buques de mayor tamaño a la capital andaluza. Este proyecto se debate hoy en las comisiones de Agua y Biodiversidad del Consejo de Participación de Doñana, que deben emitir un informe no vinculante.

Ante las dudas planteadas desde la Estación Biológica de Doñana, dependiente del CSIC, la patronal sevillana ha defendido el proyecto de protección, que se basa en la instalación de "geotubos" en el último tramo del río. "Esta técnica y esta tecnología que se van a emplear están lo suficientemente contrastadas en todo el mundo, habiéndose instalado el sistema en zonas de Asia, Holanda, Dinamarca, Estados Unidos, Alemania, etc, donde están dando unos magníficos resultados y asegurando los beneficios de su construcción en la protección de márgenes".

La CES, que ha enviado un comunicado este jueves, también recuerda que "en el año 2006 el puerto de Sevilla realizó un proyecto piloto en una de las zonas más complicadas del río, el Brazo de Brenes, con un resultado muy positivo". Y apunta que "con esta tecnología la protección de márgenes se realiza desde el agua, lo cual implica una afección mucho menor en la ejecución de estas obras al Parque Nacional de Doñana y tiene una vida útil garantizada de más de 50 años, ya que el geotextil utilizado no pierde sus características mecánicas y químicas en 50 años".

La de Juan José Negro, director de la Estación Biológica de Doñana, será una de las voces que se oirán este jueves en la reunión del Consejo de Participación. En su opinión, la solución propuesta por el puerto es una "chapuza" que se suele emplear solo como actuación de "emergencia". Además, duda que sea efectiva ante "el oleaje y objetos que pueda arrastrar el río, como un tronco". Tras el posicionamiento del consejo de Doñana, será la Consejería de Medio Ambiente la que autorice o no este proyecto de protección, que es imprescindible para que se pueda acometer la ampliación del dragado, como establece la Declaración de Impacto Amnbiental (DIA) de 2003.