La flota vasca cede a la gallega 400 toneladas de cuota de caballa

Es finalmente el sector pesquero vasco el que permitirá, con una cesión de unas 400 toneladas de caballa (xarda), acallar las protestas del grueso del cerco gallego contra el reparto de las cuotas de esta especie en el caladero nacional Cantábrico Noroeste. El Gobierno abrirá en unos días, quizá esta misma semana, esta pesquería y la del jurel sin variar un ápice el nuevo modelo de gestión tan cuestionado, por discriminatorio, por una mayoría de la flota gallega y la totalidad de la asturiana, según ratificó ayer en A Coruña, tras reunirse con los armadores de esta comunidad, el secretario general de Pesca, Carlos Domínguez. Y lo único que ofrece es “flexibilidad” para aceptar un reparto interno autonómico de las cuotas asignadas a Galicia.

 Pero nada de aceptar en el futuro la reivindicación de los armadores en pie de guerra desde hace 15 días para que se distribuyan los topes de captura para cada barco en función del número de tripulantes enrolados, y no, como se aplica a partir de este año, según el antecedente histórico de descargas entre 2002 y 2011. Un reparto discriminatorio e injusto, claman los gallegos y los asturianos, ya que favorece a las flotas vasca y cántabra al otorgarles, pese a sumar solo 94 barcos frente a los 153 de Galicia, el 72% de las 13.700 toneladas de xarda asignadas para el conjunto del caladero del Cantábrico Noroeste.

Hay un acuerdo interno y de última hora entre el sector gallego para una gestión conjunta de los topes de captura de jurel. Pero la división sigue en pie en cuanto al reparto de la caballa: 33 barcos, los más grandes y con mayores cuotas, mantienen su intención de gestionar individualmente su tope, mientras que los 120 restantes que reclaman cambiar los criterios de reparto se han puesto de acuerdo, en una asamblea en Portosín para gestionar de forma compensada “por zona y por barco” los topes de xarda.

Un acuerdo que se salva, destacó Andrés García, presidente de la Asociación del Cerco de Galicia, “gracias a la intervención” de la flota vasca y su generosidad, al ceder sin compensación a los pesqueros gallegos con menos cuota unas 400 toneladas. Nada que ver con la “decepcionante” negativa de los seis barcos del cerco de Ribeira de renunciar a parte de sus 160 toneladas de cuota de xarda. Exigían a cambio una compensación en capturas de jurel.