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42 detenidos por vender una peligrosa droga denominada ‘shabu’

Este estupefaciente es una metaanfetamina que crea una gran adicción entre los consumidores, es llamada la droga de los pobres y sería originaria de Filipinas.

F. Javier Barroso
Shabú decomisado por la policía en Madrid y Barcelona.
Shabú decomisado por la policía en Madrid y Barcelona.policía nacional

Dos fases de una operación desarrollada en los tres últimos meses en la región ha permitido desarticular a una organización dedicada a introducir la llamada droga de los pobres, según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Se trata de shabú, una metaanfetamina de gran poder adictivo entre los consumidores. Las pesquisas han terminado con 42 arrestados entre diciembre del año pasado y marzo del actual.

La primera fase de la operación se desarrolló a principios de diciembre cuando los agentes detectaron un aumento de esta droga procedente de Filipinas. Estaba siendo distribuida por una organización que la vendía a pequeña escala (menudeo). 

Han sido incautados ocho kilos de esta sustancia psicotrópica, 4,7 de ellos en Madrid, en lo que supone una de las mayores aprehensiones de este tipo de droga en España. Las detenciones se han desarrollado en Madrid, Murcia y Barcelona. Entre los arrestados hay ciudadanos españoles, filipinos, de Mali, Togo y Senegal, según fuentes de la investigación. Las 42 detenciones se han producido en Madrid (32), Murcia (5) y en la provincia de Barcelona (5). En estas ciudades los agentes asimismo han registrado 24 viviendas, dos locales y un trastero. En ellos se han decomisado 15.000 euros en efectivo, un arma corta real y varias simuladas, básculas, pipas destinadas a inhalar la droga, bolsas para su suministro en monodosis, sopletes, papeles de plata y otros útiles destinados a que los clientes pudiesen consumir la droga en el mismo lugar.

Una de las bandas se dedicaba a introducir la droga en España. Sus integrantes eran ciudadanos de origen africano, que utilizaban una empresa pantalla de importación y exportación de vehículos para desviar la atención y poder justificar los ingresos. También justificaban sus continuos desplazamientos entre España, Italia y África y sobre todo intentaban dar apariencia de legalidad a sus actividades. Según fuentes policiales, los responsables de esta banda contrataban a correos humanos para introducir el estupefaciente a través del aeropuerto de Barcelona. Una vez que la droga estaba en España, la almacenaban y manipulaban la droga en pisos francos, tanto para su distribución a nivel intermedio como al por menor.

La otra organización era la encargada de distribuir el shabu a pequeña y mediana escala, según los investigadores. En ocasiones la remitían incluso a Israel. Con el dinero que recaudaban los reenviaban a África para obtener más mercancía o a Filipinas para incrementar el patrimonio de algunos de los líderes. Esta trama delictiva contaba con un apoyo en Madrid por una red de distribución compuesta por personas de origen filipino, principalmente por mujeres. Conocidas entre ellas como las “manangs” (las señoras en un dialecto filipino), tomaron el relevo en los negocios delictivos de la organización de origen africano, encargada de introducir la droga, tras la detención en la primera fase de la operación del dirigente de la red.

La policía mantiene que la organización estaba perfectamente estructurada y jerarquizada. Cada uno de los integrantes tenía perfectamente delimitado su cometido. El “shabú” o metanfetamina es un psicotrópico caracterizado por ser tan potente que la medida de 30 gramos ya es considerada por la justica como una cantidad de notoria importancia.

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El shabú es clorhidrato de metanfetamina, una droga muy extendida en el sureste asiático y Norteamérica, pero que no se había detectado casi en España, según fuentes policiales. Se trata de un potente estimulante dentro de los psicotrópicos con un alto potencial de adicción. Sus consumidores, según los investigadores, pueden permanecer varios días despiertos, lo que genera gran agotamiento físico y psicológico, además de síntomas psicóticos que duran meses o años.

Su precio medio en el mercado negro alcanza hasta los 500 euros el gramo. Eso sí, suele distribuirse en 0,1 gramos a un precio de 50 euros.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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