Adolfo Muñoz: “Sabemos que somos incómodos y queremos ser más”
El secretario general de ELA cree que la existencia de "conflicto social" es el exponente claro de funcionamiento democrático en una sociedad
El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, ha replicado hoy las críticas a su estrategia de confrontación que recibe desde patronales y Gobierno Vasco, en especial de la consejera Arantza Tapia, recalcando que "ya sabemos que somos incómodos y queremos ser mas incómodos porque lo que está pasando es tremendo". "El hecho de que exista conflicto social es un exponente claro de funcionamiento democrático en una sociedad, lo contrario sería una auténtica dictadura", ha añadido. Muñoz ha repasado hoy en rueda de prensa en Bilbao el contexto socioeconómico, marcado según sus datos por más paro, menos protección social, caída salarial y una nueva reforma laboral en ciernes, para dejar claro que "estamos muy hartos de determinada impostura política". El dirigente sindical ha sostenido que detrás de las huelgas y los conflictos "hay injusticias que probablemente a la consejera le traen sin cuidado", como la perdida del empleo o de salario.
En definitiva, "el conflicto es un reflejo de una injusticia social que se concreta en una empresa determinada y hay gente que pelea y nosotros queremos que la gente pelee". Para Muñoz, además, que en una sociedad democrática existan huelgas o conflictos sociales es un "síntoma de funcionamiento democrático" porque "si no hubiera conflictos esto sería un valle de lágrimas, una dictadura en donde el poder político, con el poder económico de la mano, deciden lo que hay que hacer y todos los demás nos tenemos que callar". El secretario general de ELA, se ha preguntado también "porqué hay un conciliábulo político, económico e incluso sindical de echarle la culpa a ELA de que aquí caigan menos los salarios que en otros sitios" y ha arremetido directamente contra Tapia señalando que se han reunido con ella y rebatido sus acusaciones, ya que la consejera "ha sido incapaz de poner un solo ejemplo de una sola empresa en la que como consecuencia de la conflictividad el empleo se hubiera perdido".
Por ello, ha calificado la críticas que reciben de "desatino" y de "tópico" que "muchas veces repetido, y con mucha audiencia mediática por determinados medios de comunicación, se repite porque el Gobierno quiere buscar la estigmatización de aquellas organizaciones que no se reclinan ante lo que se está haciendo". "Cuando los gobiernos son irrelevantes se suelen meter con la gente que se dedica a mover la balsa de aceite en la que quieren gestionar la situación. Ya sabemos que somos incómodos y queremos ser mas incomodos porque lo que está pasando es tremendo", ha concluido.
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