Una cumbre económica muy política

Bilbao acoge mañana, lunes, una cumbre económica internacional al más alto nivel político y empresarial con el objetivo de certificar la recuperación de la economía española y debatir sobre las políticas que Europa necesita para reiniciar un proceso de crecimiento capaz de reducir las elevadas tasas de paro que aún sufren muchos países del continente, con España en los puestos de cabeza de esa estadística.

La cita, convocada como Foro Global España 2014: de la estabilidad al crecimiento, incidirá también en que, a la necesidad de superar definitivamente las secuelas de la crisis financiera global, se suma la importancia de adaptar los modelos de crecimiento y las políticas económicas a las nuevas condiciones competitivas de un mundo cada vez más globalizado.

El cónclave, el más relevante de este tipo celebrado nunca en Euskadi, contará con cerca de 400 asistentes. Muestra de su impacto es que se han acreditado para cubrirlo más de 230 profesionales de más de medio centenar de medios de comunicación nacionales e internacionales.

Organizada por el ICEX, dependiente del Ministerio de Economía, y el Club de Exportadores e Inversores Españoles, la cumbre fue inicialmente impulsada por el PP vasco, y planteada al presidente, Mariano Rajoy, con la idea, entre otras, de exhibir las potencialidades de Bilbao y de Euskadi en su conjunto como destino de grandes eventos tras el fin de ETA. Ello va a verse satisfecho al lograr atraer al Museo Guggenheim a algunas de las principales autoridades económicas de la UE, junto a representantes empresariales de primera fila. En Bilbao estarán, entre otros, los máximos responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Eurogrupo, tres comisarios europeos, además de los presidentes y principales ejecutivos de algunas de las mayores compañías españolas y grupos muy representativos de inversores extranjeros.

Cerca de 400 asistentes a una cita que cubrirán más de 230 periodistas

Si Rajoy quiso centrar su intervención en el reciente debate sobre el estado de la nación en el mensaje de que España abandona la crisis, mañana tendrán ocasión de ratificarlo o puntualizarlo los ponentes.

El evento se ha quedado al final reducido a una jornada de las dos diseñadas inicialmente por cuestiones de agenda de los participantes. Cuenta con el respaldo de las instituciones vascas, mientras los sindicatos y la izquierda abertzale han diseñado un calendario de movilizaciones para poner a prueba el acto, que inaugurará el Rey.

El Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación de Bizkaia han colaborado con la Administración central para que el mensaje, más allá de las protestas puntuales, sea de unidad y colaboración entre las instituciones frente a la crisis y de búsqueda de soluciones conjuntas más allá de las discrepancias políticas.

La cumbre no tiene precedentes, salvo la de Barcelona de 2012, que se celebró en vísperas del rescate financiero y en medio de fuertes protestas en la calle.

La izquierda abertzale ha contraprogramado para hoy unos encuentros internacionales con partidos europeos y una manifestación para mañana en las proximidades del Guggenheim. Los sindicatos nacionalistas ELA y LAB, junto a más de 50 organizaciones sociales, han convocado también para mañana otra protesta en el centro de Bilbao. CC OO, UGT y USO, apoyados por representantes de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que participa por vez primera en una movilización en Euskadi, y por las grandes confederaciones sindicales de Alemania, Italia, Bélgica, Portugal y Francia, además de organizaciones sociales, saldrán a la calle en la capital vizcaína hoy mismo. Su objetivo será mostrar a la troika (FMI, Comisión Europea y BCE) su radical desacuerdo con las políticas de austeridad y recortes.

El PNV defendió el jueves en el Parlamento la presencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, frente a las críticas de la izquierda abertzale subrayando la importancia de respaldar un foro en que se pueden conseguir oportunidades para las empresas vascas. “Necesitamos oportunidades para el desarrollo económico, para crear empleos y generar riqueza”, defendió en el Parlamento vasco.