El 28-F no olvida la corrupción y el paro
La presidenta de la Junta afirma que los partidos deben mostrar “voluntad de regeneración real”. Sostiene que Andalucía es “garantía de la unidad de España”
Una seguiriya oscura y de luto por la muerte de Paco de Lucía cantada por Estrella Morente —con la letra escrita por Blas Infante pero sin una sola nota del himno— ha puesto el cierre de los actos institucionales del Día de Andalucía. El 28-F se ha celebrado con izadas de banderas y entregas de medallas de la comunidad, pero también en la calle.
La izquierda, que hace un año salió junta a protestar por los recortes, esta vez se ha dividido. Los sindicatos mayoritarios optaron por ausentarse, los socialistas prefirieron otra vez las alfombras del Parlamento y del Teatro de la Maestranza e Izquierda Unida exhibió músculo y convocó una manifestación exitosa. Sus tres consejeros han estado en los tres sitios: “Somos de Gobierno y de lucha”, ha dicho el vicepresidente, Diego Valderas. Trabajadores de empresas en crisis, como Puleva, y el personal administrativo subcontratado por la Junta y ahora sin empleo también se hicieron oír en la calle. El Partido Popular, en víspera de coronar mañana a su nuevo líder en un congreso extraordinario, ha arropado a Juan Manuel Moreno Bonilla en el Parlamento en el que no hubo foto de saludo con la presidenta de la Junta, Susana Díaz.
Distintas formas de estar y celebrar el Día de Andalucía en el que tanto Díaz, como el presidente del Parlamento, Manuel Gracia, como el Hijo Predilecto, el rockero Miguel Ríos, apostaron por el destierro de lo que para muchos andaluces es uno de los mayores problemas de la comunidad, tras el brutal desempleo: la corrupción.
El cantante granadino ha hecho el discurso más de coyuntura política que se ha escuchado en muchos años, en el que ha mostrado su oposición a ley Wert, a la reforma del aborto, al “desahucio de la democracia” y a la situación de millón y medio de andaluces que están “contra las cuerdas pisando la línea roja, cuando no inmersos en la más absoluta pobreza y desesperados porque la propaganda funcione”. Pero también ha arremetido contra la corrupción: “No voy a dejar de creer en la música porque algunos músicos desafinen, simplemente dejaré de tocar con ellos. Hagan ustedes lo mismo, señores políticos”, les ha aconsejado.
Miguel Ríos
Díaz introdujo en su discurso la condena a los casos de corrupción que “abochornan a todos” como lo lleva haciendo desde el minuto uno en el que tomó posesión del cargo de presidenta de la Junta hace seis meses: “Los que tenemos responsabilidades públicas tenemos que demostrar esa voluntad de cambio y de regeneración que nos piden los ciudadanos es real, que vamos a propiciar que se involucren intensamente en los procesos de participación y no que, como tantas veces sucede, sientan la tentación de huir de la política”. La socialista sostuvo la necesidad de poner en marcha medidas que garanticen mayor transparencia y rendición de cuentas y que los políticos muestren “ejemplares y austeras”.
Igualmente, el presidente del Parlamento, Manuel Gracia, en el pleno institucional celebrado en la Cámara, ha aludido a la necesidad de recuperar el crédito de la política, una misión que debe “ocupar un lugar preferente” en el trabajo de los diputados al ser “una exigencia nítida” de los ciudadanos. Gracia se ha referido a la próxima tramitación de la ley de Transparencia y ha confiado en que sea posible un acuerdo de los tres grupos de la Cámara. También ha anunciado la puesta en marcha de un portal de transparencia antes del mes de agosto.
El coordinador de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha aludido a los casos judiciales que afectan a la Administración andaluza. “Queremos salir de la crisis a través de la lucha contra la corrupción porque con IU en la Junta no hay donde rascar”, ha dicho al término de la manifestación.
El paro, que afecta al 36% de la población activa, estuvo en boca de todos. La presidenta de la Junta y secretaria general del partido que lleva 32 años gobernando de manera ininterrumpida en Andalucía ha considerado “inasumible” la tasa de desempleo y ha dicho tener muy presente a las personas que sufren las “insoportables” cifras de paro a las que ha mostrado “respaldo y solidaridad”.
Tampoco ha dejado pasar por alto el debate territorial, ante el desafío soberanista de Cataluña. Ha defendido el papel equilibrador de Andalucía cada vez que hay tirones. “Nuestro modelo se ha convertido en inestable y han aparecido grietas que lo amenazan seriamente”. Frente a esta realidad, ha propuesto un “proceso de reformas y modernización desde una visión global de España” en el que Andalucía debe erigirse como fiel de la balanza. “Para muchos españoles, Andalucía es una garantía de que las cosas se harán bien, de que no habrá riesgos para la unidad de España, de que el principio de igualdad estará permanentemente salvaguardada”, dijo Díaz, que no mencionó ni una sola vez a Blas Infante, considerado el padre de la patria andaluza, como tampoco lo hizo en su toma de posesión.
La de hoy ha sido la primera vez que Díaz entregaba las distinciones de la comunidad. Se introdujeron cambios. Los miembros del Consejo de Gobierno que hasta esta edición aparecían en lugar prevalente en el escenario del Maestranza desaparecieron de la vista y ocuparon la primera fila del patio de butacas. La idea, según fuentes del Gobierno, fue de la consejera de Fomento, Elena Cortés (IU).
La periodista Mabel Mata ha hecho de maestra de ceremonia, en lugar de la viceconsejera de la Presidencia, y la guitarra flamenca del granadino Miguel Ángel Cortés y la voz de Estrella Morente —premiada con la medalla— ha sustituido al coro que solía interpretar el himno de la comunidad. También hubo más asistentes, 1.300 invitados (el aforo es de 1.800 localidades). Por primera vez se han abierto los dos balcones laterales, cuando hasta ahora solo se usaba el patio de butacas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.