La chispa de una conexión

Hirikilabs es fundamentalmente un proyecto de colaboración. Una especie de plataforma para poner en contacto a personas con diversos intereses, inquietudes, profesiones, formación o conocimientos pero de las que, a través de la puesta en común de ideas, sueños o esbozos, pueden surgir infinidad de proyectos relacionados con la tecnología, el mundo digital o la cultura libre. "Dentro de cada persona hay un hacker o un maker, un proyecto que desarrollar si se dan las condiciones o se conecta con las personas adecuadas", explican sus responsables, Tabakalera y San Sebastián 2016.

Hirikilabs comenzó su andadura el año pasado, y lo hizo, literalmente, construyendo un espacio en el que "cocinar" los proyectos. La iniciativa cuenta con una sala en la antigua sede de los bomberos de San Sebastián y hoy edificio de la capitalidad. Sus impulsores diseñaron y montaron el mobiliario de la habitación, mesas y taburetes de madera, además de construir las herramientas básicas, como impresoras 3D, con las que el proyecto ha comenzado a andar y a partir de las cuales crecerá, según ha explicado esta mañana Josean Llorente, responsable de Laboratorios de Tabakalera, durante la presentación de la programación de Hirikilabs para estos meses.

Junto a Llorente han presentado la segunda temporada de la iniciativa la directora de Tabakalera, Ane Rodríguez, y el responsable del Faro de las Voces de San Sebastián 2016, Xabier Paya.

No hay ejemplo más claro de lo que aspira a convertirse Hirikilabs que la forma en la que se gestó su espacio. Todo construido de forma colaborativa y accesible a cualquier persona, ya que los planos de los diseños del mobiliario se compartirán en código abierto -como todo lo que haga la iniciativa-, y las impresoras que se ensamblaron se hicieron a lo largo de los talleres abiertos al público que Hirikilabs ofreció para enseñar a montar y el funcionamiento de los aparatos y que cada participante pudo llevarse a su propia casa tras haber comprado los materiales o el kit necesario. Una forma de compartir conocimiento.

Hirikilabs abordará tres líneas de trabajo principales, la primera potenciará la cultura libre o de código abierto, la segunda se dedicará a buscar a los "nuevos artesanos", a aquellas personas que crean, construyen, diseñan o idean con las últimas tecnologías, creando objetos tangibles o especialistas en programación, mientras que el tercer eje es el de los nuevos espacios de aprendizaje.

Y aunque Hirikilabs también supone un espacio para que las comunidades que ya trabajan sobre estas cuestiones tengan un lugar en el que compartir experiencias, la iniciativa no va a estar cerrada a nadie, como ha destacado Paya. "Hirikilabs Plaza va a ser el lugar en el que los ciudadanos puedan decidir qué construir, cómo se va a crear. Un espacio abierto, un salón, una cocina para que la gente venga con sus propuestas y sus ideas para ver cómo se puede realizar, todo poniendo a gente con determinados conocimientos en contacto y con unas herramientas".

La iniciativa además volverá a organizar una serie de talleres a través del programa Hirikikas en los que "se abordarán técnicas y herramientas que nos ayudarán a adquirir los conocimientos básicos para llevar la tecnología a proyectos de carácter creativo" y en los que todos los participantes ya sea la persona que dirija el taller o los asistentes "tendremos responsabilidades de enseñanza, de aprendizaje y de gestión del la documentación". Los cursos, cuyo programa completo y proceso de inscripción se puede consultar en la web de la iniciativa, versarán, entre otras cosas, sobre electrónica experimental o creación audiovisual.

Hirikilabs también impulsará una serie de grupos de trabajo para la investigación y chequeo de las tres líneas de trabajo sobre las que pivotará su actividad con el objetivo de impulsar nuevas acciones.