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Un testaferro de Tauroni dice que fue “el tonto útil” de la trama de Cooperación

La firma del testigo recibió 275.000 euros de la Consejería de Solidaridad

Joaquín Gil

A Adolfo Soler le decían “firma”. Y firmaba. Figura como administrador único de una sociedad. Y cumplía sin rechistar. Soler se definió este jueves como un “tonto útil, un pardillo y un estúpido” durante su declaración como testigo ante la juez del caso Cooperación, que investiga el presunto saqueo de fondos destinados al tercer mundo de la extinta Consejería de Solidaridad durante la etapa de Rafael Blasco (2008-2011).

Soler fue administrador único de Dinamiz-E, una firma del cabecilla civil de la trama, Augusto César Tauroni, que captó 274.659 euros de las ayudas de la consejería. Este jueves intentó desvincularse de quienes le sitúan como un testaferro de la red corrupta. “Solo acudía dos días al mes a la empresa. Me limitaba a firmar los contratos”, relató a la fiscal por videoconferencia desde Bolivia.

Dinamiz-E se integró en 2008 en la Fundación Entre Pueblos, que después pasó a llamarse Hemisferio, y fue una de las organizaciones que saquearon las ayudas valencianas a la cooperación. Pero Soler –según ha indicado- no tuvo nada que ver en el escándalo. “Yo no supervisaba ni contratos ni adjudicaciones”.

En su intento de desmarcarse de la trama, justificó así por qué accedió a figurar como administrador único de Dinamiz-E. “En 2003 yo tenía 61 años. Y si un amigo [Tauroni] te dice que ha comprado una empresa para ser administrador…”.

El testigo ha afirmado que descubrió el alcance del escándalo tras consultar la prensa valenciana por Internet. “Me enteré por los periódicos de que yo era vicepresidente de la Fundación Entre Pueblos”.

Soler describió así a Tauroni, el hombre que le ha envuelto en el caso Cooperación: “Era flexible. Siempre estaba con una sonrisa en la boca. ¿Que si era demagógico? No lo sé. Yo diría que, al menos, no era autoritario”. Soler está imputado en la segunda pieza del caso, la que investiga el desvío de fondos para construir un hospital en Haití y que aguarda el juicio.

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Sobre la firma

Joaquín Gil
Periodista de la sección de Investigación. Licenciado en Periodismo por el CEU y máster de EL PAÍS por la Universidad Autónoma de Madrid. Tiene dos décadas de experiencia en prensa, radio y televisión. Escribe desde 2011 en EL PAÍS, donde pasó por la sección de España y ha participado en investigaciones internacionales.

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