_
_
_
_

Maroto vuelve a tirar de “voto particular” para descolgarse del PP con Garoña

El Parlamento exige que no se reabra la central burgalesa y pide a Iberdrola y Endesa que renuncien a la prórroga

Javier Maroto, este jueves en el pleno del Parlamento vasco.
Javier Maroto, este jueves en el pleno del Parlamento vasco. L. RICO

El Parlamento ha retomado una vez más este jueves en su pleno el debate sobre la central nuclear de Santa María de Garoña. Una cuestión tratada en incontables ocasiones por la Cámara vasca, que ha reclamado su cierre varias veces, y que ha sido retomada por el PSE más de seis meses después del fin de actividad de la central, ante las noticias sobre la intención del Gobierno central de prolongar la vida útil de este tipo de instalaciones a 60 años y de la inminencia de la reforma legal para poder reabrir la de Garoña.La resolución ha sido respaldada por PNV, EH Bildu y PSE, con el rechazo del PP y la abstención de UPyD. El alcalde de Vitoria y parlamentario de este último partido, Javier Maroto, ha votado a favor de la resolución. Este año el Ayuntamiento de Vitoria ya había respaldado un texto muy similar con el respaldo del PP.

Es la segunda ocasión en la que Maroto se descuelga de su partido en este mismo tema. La ruptura de la disciplina de voto, que no suele producirse, fue asumida con normalidad debido a que el regidor ha dejado clara su postura desde el principio ante la actividad de la central nuclear. Este jueves, el parlamentario del PP Carmelo Barrio ha vuelto a asumir con naturalidad que votarán en contra "con el voto particular del señor Maroto". El socialista Txarli Prieto ha reclamado a Barrio que "convenza al señor Maroto, ¿es que es un insensato?".

El texto denuncia que el Gobierno central esté haciendo "todo lo que esté en su mano para imponer la reapertura" de la central, "rechaza" esa reapertura porque a su juicio "no aporta nada a las necesidades energéticas" y reclama al Ejecutivo vasco que utilice "todos los recursos institucionales y jurídicos" para que Garoña no vuelva a funcionar. Por ello, reclama el "desmantelamiento" de la central y reclama a Iberdrola y Endesa, que poseen Nuclenor, que "escuchen la voluntad de la mayoría social vasca" y "renuncien" a una prórroga de una central "obsoleta y peligrosa". Asimismo, pide al Ejecutivo vasco a que se reúna con los directivos de ambas empresas para trasladarle esta resolución.

La Cámara asegura que la central burgalesa está "obsoleta" y es "peligroso" reabrirla

Prieto ha denunciado el "ridículo" que está haciendo el Gobierno central y ha advertido de que es posible que esté buscando "trampas políticas" para permitir que Garoña vuelva a funcionar. Dani Maeztu (EH Bildu) ha apuntado que "estamos ante una negociación económica entre el Gobierno central y dos empresas; es el momento de apuntar a las empresas". El parlamentario de la coalición y el del PNV Juan Carlos Ramírez Escudero han hecho especial hincapié en la variable de la seguridad.

Es otro de los debates incómodos para el PP vasco por la cercanía de la central a Álava, el sentir mayoritario en contra de su actividad por parte de la población, y al mismo tiempo por la postura favorable a que se mantenga en activo del Gobierno central. En el punto anterior, los populares han tenido que defender su abstención ante la propuesta de anexionar Treviño a Álava, pese a que Treviño sea administrativametne territorio alavés. Carmelo Barrio ha afrontado también este segundo debate sobre Garoña y ha defendido la necesidad de la central nuclear para la demanda energética y o para las necesidades económicas. El PSE ha afeado al PP que dibuje una "situación apocalíptica, cuando Garoña no funciona y no pasa nada", mientras que el PP ha indicado que fue el PSOE el primero de alargar la vida útil de las centrales nucleares.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_