La plantilla de La Naval culpa a la dirección de “mala gestión”

Los trabajadores de La Naval, el principal astillero vasco, ubicado en Sestao, han culpado este martes a la dirección de sumir a la compañía en la inactividad por su “mala gestión” y “falta de compromiso”. La Naval no tiene contratado ningún barco y se quedará sin carga de trabajo en marzo próximo, cuando está previsto entregar el buque que se está ultimando en sus gradas, lo que pone en peligro la continuidad de los 236 empleados de la empresa.

El comité de empresa ha mantenido una reunión con el consejo de administración de la empresa, en la que les ha comunicado que se está “muy cerca de conseguir algún contrato” y que el problema que existe es que mientras no se cierre el tax lease antiguo “los inversores no se atreven a venir aquí”.

Tras este encuentro, los trabajadores de La Naval se han concentrado a las puertas del astillero acompañados por los alcaldes de Barakaldo, Alfonso García, y Portugalete, Mikel Torres, ambos del PSE, y de Sestao, Josu Bergara, y Santurtzi, Ricardo Ituarte, del PNV.

El presidente del comité de empresa, José Pedro González, ha anunciado una manifestación el día 26 entre Sestao y Santurtzi. “La falta de una buena gestión por parte de la dirección de la empresa, así como la falta de compromiso real de los propietarios de la compañía hacen que hoy no tengamos contratado ningún barco”, ha manifestado González, quien recordó que los trabajadores se han visto afectados por ocho ERE consecutivos desde abril de 2010.

Los representantes sindicales han hecho hincapié en que otros astilleros vascos, como Murueta (está entre los accionistas de La Naval), Zamakona y Balenciaga “contratan buques con la nueva modalidad de tax lease [europeo] o realizan contratos de manera directa”, mientras que La Naval de Sestao no consigue ningún pedido nuevo. En este sentido, se preguntaron por qué no se oferta en sectores en los que “otros astilleros sí están obteniendo resultados en la contratación”.

El resto de constructores navales están logrando ampliar su cartera con atuneros y buques auxiliares para petroleras. El comité ha asegurado que se está ante “una situación muy grave” que puede “poner en cuestión” el futuro de La Naval, el “último bastión industrial” que da trabajo a más de 1.500 personas entre empleo fijo y eventual. Por ello pidieron la implicación de las instituciones y los partidos políticos.