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La Generalitat aprueba la autorización medioambiental a Iberpotash

Territorio y Sostenibilidad eleva la fianza para la restauración hasta los 9,3 millones

Dani Cordero
Minas de Iberpotash en Suria.
Minas de Iberpotash en Suria.albert alemany

Iberpotash se aproxima poco a poco a sus intenciones de contar con todos los permisos para lanzar la primera fase del Plan Phoenix, con el que prevé incrementar la extracción de potasa y la producción de sal vacuum concentrando los trabajos en Súria y cerrando el pozo de Sallent. El Departamento de Territorio y Sostenibilidad anunció ayer que ha aprobado la declaración de impacto ambiental que permitirá la ampliación de la actual planta de tratamiento, la nueva planta de cristalización de sal, la pista de acceso a la rampa de la mina de Cabanasses --que se está construyendo-- y todas las instalaciones complementarias. Es una buena noticia para la compañía minera, que desde que anunció sus planes ha tenido denuncias y sentencias en contra.

La ponencia ambiental de Territorio y Sostenibilidad ha incorporado como condicionantes a esta autorización ambiental la aplicación de una serie de medidas correctoras y limitaciones a las emisiones derivadas de la actividad de Iberpotash, que quiere ampliar sus instalaciones de Súria para incrementar la extracción de recursos minerales en cerca de un millón de toneladas anuales, pasando de los 2 millones de toneladas actuales a poco más de 3 millones.

Además de la autorización, la Generalitat elevó de 770.000 euros a 9,3 millones de euros la fianza para garantizar el plan de restauración del territorio, con lo que se igualan los parámetros que llevaron a Territorio, obligado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, a elevar la fianza por el depósito de residuos salinos del Cogulló (Sallent) de 500.000 euros a 7 millones.

La consejería ha determinado que el proyecto no comporta efectos negativos para el medio ambiente

A la hora de otorgar la autorización de impacto ambiental, la consejería ha evaluado actuaciones como la ampliación de la planta de tratamiento o la pista de acceso a la rampa de la mina de Cabanasses. Y ha determinado que el proyecto no comporta efectos negativos para el medio ambiente "si la gestión se lleva a cabo de acuerdo con las condiciones, medidas correctoras y limitaciones establecidas en la declaración de impacto ambiental".

De hecho, el balance ambiental pone de manifiesto la "compatibilidad" del proyecto con su entorno ya que supone, entre otros aspectos, la supresión del paso de 550 vehículos pesados diarios por el medio de Súria o la reducción en un 39 % del vertido de aguas, según la Generalitat.

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Territorio y Sostenibilidad ha endurecido también el programa de restauración que ha de cumplir Iberpotash para devolver al espacio afectado un estado similar al original cuando acabe la actividad. En este sentido, la Generalitat ha establecido una fianza necesaria para garantizar este plan de restauración de 9,3 millones de euros, "de los que ya se ha descontado el 50 %, ya que la actividad no se encuentra en un espacio protegido".

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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