Intervenidos 360 kilos de cocaína ocultos en latas de café en el Puerto de Barcelona

En el Puerto de Barcelona se mueven a diario miles de contenedores. En uno de ellos, ocultos en latas de café, había 360 kilos de cocaína. La policía informó este  martes de la detención de siete personas que estaban esperando esa droga y que se disponían a descargar la mercancía para luego introducirla a través de terceros en el mercado. Entre ellos, hay tres estibadores —uno de ellos en excedencia— que presuntamente tenían la misión de abrir las latas que contenían la droga. El resto está también vinculado al puerto.

El contenedor partió de Cartagena de Indias, en Colombia, y la policía sospecha que la empresa que enviaba el café desconocía que alguien había manipulado parte de su mercancía para camuflar la droga. Los agentes ya tenían controlada la entrega, fruto de una investigación anterior, y esperaron a que los siete implicados actuasen para “rescatar” la cocaína. Pero la policía no logró dar con el destinatario final de la misma, según explicó el comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes (UDYCO), Francisco Javier Migueláñez, en rueda de prensa. Es peligroso, contaron luego los agentes, dejar circular la droga por lo que prefirieron detener a los implicados. El cabecilla de los siete detenidos es un estibador en excedencia, que en el momento de su detención portaba 7.000 euros en efectivo. Los arrestados, según la policía, pedían entre el 25% y el 30% de comisión de la cantidad “rescatada”.

El grupo ha caído en lo que se considera la quinta fase de una gran operación, bautizada como Teldeiman, que desde 2012 ha supuesto la detención de más de 58 personas, en toda España, también en el puerto de Tarragona. La investigación, dirigida por la titular del Juzgado de Instrucción 8 de Vilanova i la Geltrú, ha supuesto una alambicada instrucción, que ha acabado con 53 de ellos en prisión. La policía ha constatado que llevaban un elevado tren de vida, con casas de más de medio millón de euros, y coches y relojes exclusivos.

Esta operación ha permitido comprobar, según los responsables policiales, cómo cada vez más las redes de narcotráfico con sede especialmente en Colombia optan por encargar a españoles las labores de recuperación y posterior distribución de la droga, una vez enviado el cargamento a España, para evitar riesgos y no levantar sospechas.