El Gobierno exhibe su respaldo al PP vasco ante los ataques de la derecha

En plena convulsión interna en el PP por la brecha abierta por su derecha, en la que juegan un papel clave las críticas a la política antiterrorista del Ejecutivo, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha lanzado esta mañana un inequívoco mensaje de firmeza contra la banda y de respaldo del Gobierno al PP vasco, cuestionado por sectores de las asociaciones de víctimas y del propio partido. La número dos del Ejecutivo, quien ha presentado esta mañana a la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, en una conferencia organizada por el Fórum Europa en Bilbao, ha considerado “más necesario que nunca” el proyecto del PP vasco en un momento en el que la democracia ha derrotado al terrorismo “con firmeza”, un proyecto que se plantea desde esa misma firmeza. Y, para despejar cualquier crítica, Sáenz de Santamaría ha recordado que la política del Ejecutivo ha sido siempre “no bajar la guardia”, lo que se ha traducido en que desde 2012 han sido arrestados 96 miembros de la banda, tanto en España como en otros países.

Segundo mensaje contundente: a ETA solo le queda una salida, que es "la disolución sin condiciones ni concesiones". Y para ese futuro que no puede quedar condicionado “por quienes tomaron las armas contra la democracia o por quienes la respaldaron”, el PP vasco supone un “referente de la libertad y la alternativa” en Euskadi y ha de jugar un papel clave para que "sean los demócratas los que escriban la historia de lo que ha pasado en el País Vasco".

Las palabras de Sáenz de Santamaría llegan cuando el presidente, Mariano Rajoy, tiene pendiente reunirse en fechas próximas con el lehendakari, Iñigo Urkullu, en un intento de abordar de forma conjunta la gestión del final de ETA. El PP vasco quiere lograr una mayor sintonía entre ambos Ejecutivos en ese proceso, en el que entiende que ambos —junto al PNV y los socialistas vascos— resultan imprescindibles. Quiroga ha insistido en su intervención en la necesidad de “liderazgo” en este tiempo del fin del terrorismo.

Cuando las críticas a los populares vascos han llegado de las víctimas y de clásicos del partido como Jaime Mayor Oreja o María San Gil, la vicepresidenta ha trazado un retrato de la carrera política de Quiroga con mucho mayor calado que una simple presentación de una conferencia. Sáenz de Santamaría ha enfatizado que la líder del PP en Euskadi "sigue defendiendo las mismas ideas y el mismo proyecto" de defensa de la libertad y la democracia, que le llevaron a afiliarse al partido con 19 años en su Irún natal a finales de los noventa, un proyecto que le ha “costado la vida a tantos compañeros” de la formación.

“No pudieron silenciar su palabra, ni entonces, ni ahora, porque la perseverancia de muchos populares vascos es la garantía de que su voz se sigue escuchando con más fuerza que nunca porque el tiempo ha demostrado que tenían entonces razón", ha recalcado.

Sáenz de Santamaría no ha hecho la menor alusión a la brecha abierta en el partido por la decisión de Mayor Oreja de no repetir como candidato al Parlamento europeo o el último desaire de José María Aznar a Rajoy, pero Quiroga, en el turno de preguntas, ha enfatizado que “lo importante es el relevo. Unos se van y otros siguen, es ley de vida”. Y porque alguien se vaya, sea quien sea, el partido no se “diluye” ni “pierde sus principios”.

Otra de las críticas que se han hecho en los últimos tiempos al PP vasco es una supuesta complacencia y búsqueda de acuerdos con el PNV, frente a quienes defienden una política de frontal oposición al nacionalismo. “Ahora hay mucho ruido y poca memoria”, ha apuntado Quiroga, para recordar después que Aznar logró su primera investidura como presidente del Gobierno precisamente gracias a un pacto con el PNV de Xabier Arzalluz.