Una deuda de 16 millones de euros aboca al Liceo a ajustes de plantilla
El director general del teatro avanza una nueva etapa en la que "hay que hay que salir a vender"
El Liceo ya tiene un plan de viabilidad económica para los próximos tres años (2014-2017) que pasará por un ajuste de personal no cuantificado, por una “optimización” de todos los recursos y por una voluntad de “salir a venderse”, en palabras de Roger Guasch, el nuevo director general del teatro desde octubre pasado. Sus primeros 100 días se han centrado precisamente en la elaboración de un plan económico para que el Liceo salga de la difícil situación económica con una deuda acumulada de más de 16 millones de euros que se ha disparado en los últimos dos años, los mismos en los que se ha acentuado la pérdida de ingresos y actividad. Las cifras son claras.
El teatro quiere situar
Desde 2007, el número de funciones de ópera ha caído un 40% (de 153 a 102), el de abonados cerca de un 29% (de 22.165 de 2007 a 15.509 del año pasado), el número de espectadores un 39% (de 264.000 a 160.000). La única variable positiva ha sido el tímido incremento del mecenazgo desde 2012. Y las aportaciones de las administraciones han bajado vertiginosamente, de cerca de 29 millones de euros en 2007 a 18 de la temporada pasada.
Más visitas, más
“El Liceo no ha sabido reaccionar a todo lo que estaba pasando”, decía ayer Guasch al presentar un informe en el que se dibujaba al Liceo como un barco en medio de una tormenta con unos escollos —la deuda, la financiación, la caída de ingresos— que amenazaba con rasgar su casco en cualquier momento. Uno de esos escollos es el coste de la estructura logística y administrativa, la parte de la plantilla que desempeña labores de marketing, administración y comunicación que apenas se ha visto alterada en los años de crisis: ha pasado de 159 trabajadores en 2007 a 152 en 2013. Un recorte que, en cambio, sí se ha llevado por delante al cuerpo central del Liceo —orquesta, coro y técnicos de escenarios— que en el mismo tiempo ha pasado de 249 a 198.
“El objetivo es salvaguardar la parte artística y buscar medidas para aligerar la otra estructura, vía externalizaciones u otras medidas que siempre intentarán proteger el puesto de trabajo”, se limitó a explicar Guasch al ser preguntado si habrá una reducción de personal después de confirmar que el ERE previsto para julio de 2014 quedaba definitivamente descartado. La propia proyección que hace el cuadro económico 2014-2017 prevé una disminución de los costes de esa parte del personal de cuatro millones de euros. Un recorte que, por otra parte, intuyen los representantes del comité de empresa con los que también se reunió ayer y con los que afrontará esos capítulos a lo largo del próximo mes.
Con un discurso marcadamente de gestor, el nuevo director insistía en que la estructura del Liceo debía ser más eficiente y el teatro estaba abocado a sacar más partido de sí mismo: “Hay que tener más recursos de visitas, salir a venderse. Resulta curioso que la iglesia del Pi tuviera el año pasado 150.000 visitas mientras que el Liceo solo 125.000”.
Acuerdos con hoteles para promocionar el Liceo, más presencia en la calle —se quiere situar las taquillas en la fachada del edificio nuevo con frente a la Rambla— fidelización del espectador en la página web y más dinamismo para aumentar los ingresos. “Lo esencial es que circule más gente”, remachaba Guasch.
¿Y la calidad artística? A la espera del nombramiento del nuevo director artístico —tras la marcha de Joan Matabosch al Teatro Real— Guasch optó por ser prudente y asegurar que la apuesta seguirá siendo la de la calidad aunque, reconoció, que con algunos títulos “arriesgados” el teatro, a veces, no se llena.
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