La pugna entre el PP y un grupo de víctimas llega a la tumba de Ordóñez
San Sebastián acoge hoy dos homenajes en memoria del concejal asesinado en 1995
Junto a una tumba, la de Gregorio Ordóñez, se escenificaron este jueves las hostilidades que un sector de las víctimas del terrorismo mantiene con la cúpula del PP vasco. En una tarde muy gris, bajo una suave lluvia y en un clima de mucha tensión, la hermana del edil popular asesinado hace 19 años por ETA, Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite, no se resistió a echar en cara a los principales dirigentes del partido en Euskadi haberse distanciado del discurso que defendió en vida su hermano y adoptar una posición más blanda frente al terrorismo etarra.
Los desencuentros vienen de atrás, aunque la puesta en escena y la fecha en que se producen ahora —el 19 aniversario del asesinato de Gregorio Ordóñez— le han dado una mayor resonancia pública. Todo ha estallado al coincidir el mismo día —con una hora de separación— la ofrenda floral que la Fundación Gregorio Ordóñez celebra todos los años en el cementerio Polloe de San Sebastián y el homenaje a las víctimas que el PP preparó ayer en otro punto de la capital guipuzcoana. Si ya era tirante la relación entre Consuelo Ordóñez y la actual dirección del PP, el aniversario del concejal no ha hecho sino agravar las heridas abiertas y confirmar que representan dos sensibilidades contrapuestas sobre la gestión del final de ETA.
El homenaje a Ordóñez ha sido históricamente un acto al que sus familiares y los dirigentes del PP acudían de la mano. Este jueves no ocurrió así. Muy al contrario, hubo una distancia flagrante que evidencia la falta de sintonía entre ambos. La presidenta de Covite, más próxima a las tesis que vienen defendiendo Jaime Mayor Oreja y María San Gil, se rodeó de Rubén Múgica, de UPyD, y de Santiago Abascal, impulsor de Vox, la nueva formación impulsada por exmilitantes del PP descontentos con este partido. En su segundo plano quedaron la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, quien llegó al camposanto acompañada por todo su equipo —Iñaki Oyarzabal, Borja Sémper, Leopoldo Barreda y Laura Garrido, entre otros—, además del delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, y del portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso. También asistió Maite Pagazaurtundua, expresidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo.
La cita venía precedida de una fuerte controversia. Ordóñez denunció que el PP le había “vetado” intervenir en el acto por las víctimas organizado por el partido. “Es todo un paripé. Si no quieren que intervenga porque no les gusta lo que les decimos, no voy”, dijo la dirigente de Covite, quien añadió que “es una indecencia hacer partidismo con las víctimas”. Ante esta acusación, Oyarzabal justificó la decisión de no dar la palabra a Ordóñez porque “no es del PP” y, además, pidió el voto para UPyD en la precampaña de las autonómicas de 2012. La formación, según explicó, había invitado al acto a la viuda de Ordóñez, Ana Iribar, aunque se encuentra fuera de España, y Consuelo Ordóñez les comunicó que sólo acudiría si podía ofrecer un discurso en el acto.
No es la primera ocasión que los dos sectores enfrentados en el PP vasco airean sus diferencias. En octubre pasado, y en presencia del expresidente del Gobierno José María Aznar, María San Gil no ahorró críticas a la nueva dirección del partido en Euskadi, a la que reprochó, entre otras cuestiones, “convivir con absoluta normalidad” con los “Bildu-etarras”, a los que trataba como si fueran “demócratas”. Estas declaraciones provocaron un profundo malestar en Quiroga.
Viejas rencillas que volvieron a aflorar ayer, en uno de los días más señalados para el partido. Consuelo Ordóñez cargó contra la política del PP ante los rostros muy serios de sus dirigentes. Empleó testimonios de su hermano, Antonio Basagoiti, María San Gil, Jaime Mayor, Esperanza Aguirre y el propio Mariano Rajoy. Criticó la “legalización” de Amaiur, Bildu y Sortu, la puesta en libertad del etarra enfermo Iosu Uribetxebarria Bolinaga y el alejamiento del Gobierno de las víctimas del terrorismo: “No escucha a las víctimas y las desprecia”. Y para cerrar el acto dejó en el aire un mensaje a los dirigentes del PP: “Si en algún momento de mi intervención alguien se ha sentido incómodo, que se haga una pregunta: ¿Es Consuelo Ordóñez la que les está incomodando o son sus conciencias en el día en el que se está homenajeando el alma del PP vasco?”.
Al finalizar la ofrenda floral, Quiroga acudió a saludar a Consuelo Ordóñez, con quien mantuvo unas palabras en “un tono mucho más cordial que durante el discurso”, según aseguraron después fuentes del PP. También departió con Oyarzabal y con Sémper, a quien señalándole con el dedo índice, le espetó: “A ti te van a dar, pero bien además”.
Tras pasar este “incómodo trance”, según uno de los asistentes, la cúpula de los populares vascos se dirigió al Kursaal, donde Quiroga reivindicó el “coraje cívico” que han demostrado los cargos del PP en Euskadi en la lucha contra ETA: “Nadie puede venir a darnos lecciones de ningún tipo, ni reprocharnos nada”.
Sin referirse en ningún momento a la polémica abierta con un sector de las víctimas del terrorismo, la presidenta del PP vasco afirmó que “sólo desde la mezquindad y el interés político miserable se puede poner en duda la trayectoria de hombres y mujeres” de su partido. Por eso, lamentó que “el coraje cívico del PP vasco [está siendo] mancillado por unos pocos, aquí y allí, sin ninguna sensibilidad, sin ningún respeto”.
Durante el homenaje se proyectaron tres vídeos, el primero de los cuales estuvo dedicado a un Gregorio Ordóñez opinando sobre asuntos tan actuales como la reinserción de presos y la deslegitimación del terrorismo. También se pasó otro sobre Miguel Ángel Blanco y un tercero recordando a todos los populares asesinados por ETA.
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