CiU y ERC imponen los Presupuestos sin aceptar ninguna enmienda
La oposición carga contra las cuentas por antisociales y ficticias CiU no aclara cómo ingresará 2.318 millones de euros
388 días después, Cataluña vuelve a tener Presupuestos. Las cuentas de 2014, y la ley que las acompaña, se aprobaron ayer con los votos de Convergència i Unió y los socios de Esquerra, tras un año viviendo de la prórroga de las cuentas de 2012. La oposición reiteró los argumentos expuestos durante su tramitación para justificar su voto en contra, y añadió una crítica a la poca receptividad de los socios de Gobierno: CiU y ERC no aceptaron ni una de las centenares de enmiendas que presentaron el resto de grupos. Sus líderes, Artur Mas y Oriol Junqueras, no asistieron al debate.
“Resulta que de las 1.000 enmiendas que hemos presentado no han aprobado ni una. Y por tanto, esto evidencia que su voluntad de diálogo ha sido cero”, lamentó Joan Herrera, de Iniciativa. El ecosocialista recibió respuesta de Antoni Fernández Teixidó, que lo planteó como una suerte de venganza al tripartito: “De esta afirmación yo tengo el copyright, lo he dicho un montón de veces gobernando ustedes. Por tanto, señor Herrera, donde las dan las toman”, le espetó Teixidó.
El rodillo parlamentario de CiU y ERC permitió la aprobación de unas cuentas que nacen con varias incógnitas, a juicio de la oposición: la supervivencia del Estado de bienestar en unas cuentas que, pese a ser presentadas como “las más sociales de la historia”, perpetúan los recortes —si bien no añaden nuevos tijeretazos—. El destino final de las partidas destinadas a la consulta soberanista, fijada para el 9 de noviembre. Y la partida de ingresos: 2.300 millones de euros de privatizaciones que ayer quedaron sin concretar y nuevas tasas: recupera sucesiones, aplica la euroviñeta, crea una tasa para vehículos pesados e incorpora varias medidas medioambientales.
CiU y ERC insistieron en el argumento esgrimido hasta ahora para justificar las cuentas, asegurando que son las únicas posibles. “¿Es el presupuesto que desearíamos? Pues no. Querríamos otro tipo de Presupuestos, que pudiésemos controlar impuestos, que tuvieran más ingresos, que fueran expansivos. Pero no lo podemos hacer”, lamentó Fernández Teixidó. El nacionalista se vanaglorió de la “fortaleza” del Gobierno, que por primera vez desde que CiU volvió al poder, en 2010, ha logrado aprobar unas cuentas con mayoría absoluta.
ERC tuvo que justificarse ante la izquierda, que les acusó de renunciar a sus principios económicos al apoyar estas cuentas. El republicano Pere Aragonès insistió en el fin de los recortes y destacó su insistencia para aumentar los ingresos. Y apostilló con el argumento que sirve para todo en ERC: el proceso soberanista. “Estamos seguros de que el pueblo de Cataluña decidirá democráticamente, este 2014, superar las limitaciones”. Pasa a la página 3
Toda la oposición, desde el PP a la CUP, coincidió en criticar de forma feroz los Presupuestos al calificarlos de antisociales especialmente en un momento en que el propio Gobierno ha presumido de priorizar el gasto social, que ha subido un punto porcentual respecto a 2012. El socialista Maurici Lucena replicó sin embargo con un dato elocuente: la inversión en ese capítulo, en esta crisis devastadora, se ha desplomado un 80% en la última década y ha caído a niveles de 2004. Su conclusión es que las cuentas son muy similares a las que pactaron en 2010 y 2011 el PP y CiU y tildó de “irrelevante” la aportación de Esquerra. “ Son notas a pie de página. A ustedes”, ironizó, “les queda muy poquito de izquierda”.
El discurso de Joan Herrera, de Iniciativa, se centró en desenmascarar la “propaganda” del Gobierno al que acusó, con cifras en la mano, de vender una imagen irreal sobre las cuentas. Y puso como ejemplo paradigmático el decreto contra la pobreza energética para congelar las facturas eléctricas: el Gobierno no pone ni un euro porque los usuarios, pasado el invierno, deberán pagar el consumo. El ecosocialista reveló que las partidas han sufrido un notable descenso: desde la educación a la sanidad pasando por el fomento de la industria. David Fernández, de la CUP, que votó en contra, acusó a la troika de ser la autora intelectual de unas cuentas que implican un gasto diario en intereses de seis millones de euros. O, lo que es lo mismo, 1.041 euros al año a cada ciudadano.
Todos los partidos apuntaron al talón de Aquiles del proyecto: la partida de 2.318 millones de euros contabilizada en el capítulo de ingresos y que el consejero Andreu Mas-Colell pretende cubrir futuras privatizaciones, concesiones y ventas de activos. El PSC consideró la estrategia de “intolerable”. El popular José Antonio Coto fue más allá y tachó los presupuestos de “fantasma”. No tiene la menor duda el PP de que el Gobierno catalán volverá a incumplir el objetivo de déficit. El PSC, PP y Ciutadans cargaron contra la subida de tasas y reprocharon a Artur Mas su obsesión por la consulta. Los dos últimos partidos se ensañaron especialmente con Iniciativa por acordar con CiU, ERC y la CUP la fecha y la pregunta del referéndum. “Las cuentas se aprobaron con ese pacto. Un presidente aceptó un chantaje y hubo dos cómplices. Tres de esos cuatro partidos son de izquierda y ¿No han logrado unas cuentas mejores? ¿No decían que no habría avance social sin referéndum? ¡Pero qué progres son!”, dijo Cañas, que está siendo investigado por presunto fraude fiscal.
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