Miguel Domínguez: “No hay una solución mágica contra el botellón”
El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Valencia reconoce la dificultad para erradicar el consumo de alcohol en la calle
El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Valencia, Miquel Domínguez, ha reconocido que "no hay una solución mágica contra el botellón" y ha descartado la creación de un espacio específico en la ciudad -una ociopolis, dijo Domínguez- para concentrar el ocio nocturno. "No es fácil combinar el ocio con el descanso", ha explicado.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia ha pedido al Consistorio que ordene el el ocio en la capital, sobre todo, por las molestias que estas concentraciones de gente ocasionan a los vecinos de muchos barrios de Valencia.
"Es un problema de concienciación", ha reiterado el concejal de Seguridad Ciudadana, que hace unos meses anunció una nueva ordenanza para regular las actividades en la vía pública, entre ellas la práctica del botellón.
Domínguez barajó la posibilidad de que la Policóa Local multara a los usuarios del botellón sin necesidad de realizar las pruebas del alcohol. El agente policial valorará la concentración de personas en la calle, las molestias que provocan o las quejas de los vecinos para denunciar sin necesidad de incautarse de las bebidas.
Esta opción se ha descartado porque la judicatura necesita pruebas del consumo de alcohol, ha reconocido Domínguez. Ahora se estudia otra posibilidad que consiste en utilizar los alcoholímetros como prueba para sancionar.
El edil ha reconocido que la policía ha detectado 15 zonas en Valencia donde se practica habitualmente el botellón. Las buenas condiciones climáticas y la vuelta a las aulas de los universitarios traen, según Domínguez, una proliferación de problemas en las calles y quejas de vecinos por aglomeraciones y consumo de bebidas. Zonas como el Paseo Marítimo, calle Caballeros, Ausias March, Tarongers, Benimaclet o la plaza del Tossal son las áreas más afectadas de la capital.
Servicio de mediación
Domínguez presentó el servicio de mediación de la Policía Local de Valencia, que atendió en 2013 a un total de 525 conflictos vecinales, de los que el 80% de los casos eran de molestias por ruido y el 85% de esas intervenciones se ha resuelto satisfactoriamente con un acuerdo entre las partes.
El concejal delegado de Seguridad ha recordado que la mediación policial establece relaciones vecinales y comunitarias en lugar de destruirlas, y fomenta los valores de la democracia, así como la cooperación y la participación de las partes enfrentadas, que pueden adoptar soluciones fundamentadas en el sentido común.
La Policía Local cuenta un espacio en cada uno de los distritos, donde los agentes de barrio ejercen de mediadores en problemas de convivencia vecinal generados por ruidos, olores, obras, animales, así como por temas de salubridad e higiene y uso de espacios públicos.
En 2013, la Policía Local realizó unas 1.700 entrevistas y seguimientos telefónicos, más de 1.100 visitas a domicilios, comercios u otros establecimientos y un millar de reuniones con los vecinos. Ha tramitado 525 expedientes, un 32,57 % más que en 2012, cuando se realizaron 354, y un 87,5% más que en 2011.
El concejal ha calificado la mediación como una forma "rápida, efectiva y económica de resolver conflictos" y ha explicado que Valencia participa en proyectos para intercambiar y compartir conocimientos, buenas prácticas y experiencias entre policías europeas, relacionadas con la mediación.
Domínguez ha asegurado desde que se puso en vigor la nueva Ordenanza sobre la prostitución, se han producido muy pocas sanciones, y ha defendido que esta normativa cuenta con el respaldo de la citada Ley, que recoge aspectos aportados por los municipios, "a los que respaldará para sancionar a las prostitutas".
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