Barberá propone un cómputo que reducirá la reserva de suelo escolar
El Gobierno local alega al decreto de la Generalitat para que los pisos vacíos no cuenten Los socialistas preguntan qué pasará cuando esas viviendas se ocupen o rehabiliten
El Gobierno local que encabeza Rita Barberá quiere que las viviendas vacías no se computen a la hora de reservar suelo escolar en la ciudad —ahora se contabiliza—, lo que reducirá los metros cuadrados previstos para esta dotación pública. La Junta de Gobierno de Valencia aprobó este viernes el paquete de alegaciones al decreto de la Generalitat.
Los socialistas interpretaron la propuesta como una restricción. “Empeoran aún más el documento inicial, porque entre otras cosas renuncian a que en un futuro esas viviendas vacías puedan ser ocupadas o rehabilitadas”, declaró el concejal del PSPV-PSOE, Vicent Sarrià.
El objetivo, según la oposición, es crear un nuevo mapa escolar en Valencia y amortizar muchos de los colegios pintados en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1989, muchos pendientes. De hecho, la revisión del PGOU, en tramitación desde 2004, prevé recalificar metros de suelo escolar para destinarlos a otros usos; por ejemplo, el residencial. Sarrià recuerda que en estos momentos existen 90 parcelas escolares pendientes de ejecución en Valencia.
Sarrià lamenta que estas alegaciones no se hayan discutido en la Comisión de Urbanismo, “y se oculten al debate y la participación ciudadana, para tapar intereses oscuros que beneficiarán en este caso a la enseñanza privada”.
El decreto de la Generalitat pretende una disminución de la reserva de suelo escolar que deben exigir los ayuntamientos a los promotores.
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