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Siete de cada 10 andaluces se declaran amigos o familiares de extranjeros

La predisposición a la buena convivencia se mantiene pese al deterioro de la percepción de los efectos de la inmigración

Raúl Limón

El paso del boomde la construcción y la prosperidad económica asociada a esa etapa a la más dura crisis de la democracia ha tenido también sus consecuencias en las relaciones con los extranjeros, según refleja el último estudio de la evaluación de la opinión pública del Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones (Opam) a partir de las cinco encuestas realizadas desde 2005 hasta 2013.

Los responsables del Opam resumen que los resultados son “sorprendentes” porque, mientras desde el inicio de la crisis se viene produciendo un “claro deterioro de las valoraciones relativas al impacto económico y laboral del hecho inmigratorio”, en otras facetas la evolución de la percepción es favorable, ya que cada vez más andaluces, más de un 70%, se declara amigo o familiar de inmigrantes, lo considera positivo y separa el empeoramiento de la situación económica de la convivencia.

Los datos

  • Ni un 1% de los andaluces considera la inmigración un problema principal
  • Dos tercios de la población muestra una opinión desfavorable
  • El 45% admite tener "bastante o mucho" en común con la población foránea
  • El 72% se relaciona con inmigrantes y lo considera positivo

De entrada, el número de andaluces que considera la inmigración un problema principal ha pasado del 15% hace ocho años a un “insignificante” 1% el pasado año. Sin embargo, sí ha empeorado la opinión sobre el efecto que tiene la inmigración en la comunidad. Si a principios de 2005, el 34,4% de andaluces consideraba negativa la llegada de extranjeros, en el último ejercicio este porcentaje sube al 64% de personas, que opina que “quitan puestos de trabajo”, “bajan los sueldos” y “empeoran las condiciones laborales”.

En el lado opuesto, los andaluces no perciben como preocupante el número de inmigrantes y su percepción ha mejorado. En 2005, casi el 60% opinaba que había demasiados y ahora menos de la mitad coinciden en esta apreciación o en que hay “bastantes, aunque no demasiados”.

En cuanto a qué hacer con ellos, la opinión mayoritaria, entre el 45% y el 50%, es que deberían regularizarse solo a quienes tienen contrato. El número de personas que acepta dar papeles a quien lleve “años viviendo aquí” se mantiene en torno al 20% y crece el porcentaje de quienes piden la repatriación.

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Sobre la participación de los inmigrantes en derechos políticos y sociales, la mayoría sigue siendo partidaria de que obtengan la nacionalidad, voten en las municipales, se traigan a su familia o puedan participar plenamente en todos los procesos. También destacan elementos que muestran simpatía por los inmigrantes, como la disposición a compartir espacios, que el 72% se relacione con ellos y el aumento de las personas que son sus amigos o familiares.

Las cinco encuestas reflejan, en opinión de los responsables de la Opam, “la buena salud” de la convivencia en Andalucía que, lejos de verse deteriorada por la crisis, “se ha visto fortalecida”. “La ciudadanía andaluza ha sabido reaccionar con serenidad”, concluye el informe, que destaca que la evolución negativa de la percepción sobre el impacto de la inmigración no ha afectado a la vida en común a las relaciones personales.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

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