El gasto social de la Xunta cae 8 puntos en tres años
Galicia está entre las autonomías que menos dinero destina a educación y sanidad
El gasto social se desploma en las cuentas públicas de Galicia para 2014. Por mucho que se repitan los augurios oficiales de que éste va a ser un año de menor restricción. El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo se jacta de blindar las partidas destinadas a Sanidade, Educación y servicios sociales. Pero en realidad su peso es cada vez menor en los últimos tres ejercicios. La Xunta, en 2012, dedicó 68,24 de cada cien euros de los Presupuestos de la autonomía a esas tres políticas. Este año que arranca ahora solo se prevé gastar en esas tres áreas 60,5 euros de cada cien. Una caída de ocho puntos en total y de unos 495 millones en apenas tres años que va a contracorriente de la tendencia mayoritaria entre las demás comunidades autónomas: empezar a poner fin a la era de austeridad y restricción al máximo.
Galicia, según las comparativas anuales de los presupuestos autonómicos que realiza el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, pasa de estar, en 2012, entre las cinco comunidades que más dedicaba de sus presupuestos al gasto social a situarse en la cola, entre las seis que menos dinero le reserva. Hay otras comunidades como la valenciana, también gobernada por el PP, en la que el desplome es aún mayor (15 puntos). Pero sin embargo, a diferencia de la gallega, logra mantenerse entre las autonomías que más miman las políticas sociales en el reparto de sus fondos. Asturias y Canarias optaron incluso por volver a incrementar esas inversiones, y Cantabria por mantenerlas.
Este último informe sobre los presupuestos autonómicos para 2014, que acaba de editar Hacienda, echa por tierra las afirmaciones del presidente gallego, quien se jactó reiteradamente que las cuentas gallegas serán las más sociales de la historia de la autonomía. Llama la atención que si bien entre 2012 y 2013 fue contenido en Galicia el descenso de las partidas destinadas a educación, sanidad y servicios sociales —la suma de lo invertido en estas tres funciones solo disminuyó dos puntos—, se haya recortado de una tacada otro 6% este año pese a anunciarse, según recalcó el propio Feijóo, como “menos restrictivo que los anteriores”.
La mejoría pronosticada o esperada por los gobernantes para este año hizo de hecho que la gran mayoría de las comunidades optaran, al diseñar el reparto de sus cuentas públicas, por retomar la senda de aumentar el peso de las políticas sociales. Solo cuatro decidieron, por el contrario, acentuar el recorte en esas áreas: Andalucía, con gobierno de PSOE e IU, Cataluña con un presidente de CiU, y Galicia y Castilla-La Mancha, ambas en manos del PP.
El propio ministerio de Cristóbal Montoro destaca, al comentar la evolución a la baja de las transferencias corrientes de los presupuestos de Galicia que entraron en vigor este 1 de enero, “la reducción sobre todo en las consellerías de Sanidade y Traballo e Benestar Social”. El gasto sanitario, con 3.397 millones de euros para este año, sigue engullendo un tercio de las cuentas públicas gallegas. Pero es el área social que más peso perdió a lo largo de los últimos tres ejercicios: un 2,77%. Educación, con 2.046 millones, se reduce a una quinta parte de los presupuestos gallegos (un 2,54% menos) y el dedicado a protección y promoción social, según el parámetro utilizado por Hacienda para determinar la evolución del gasto en los servicios públicos fundamentales en las 17 comunidades autónomas, pierde desde 2012 un 2,35%, quedándose en 752,38 millones. Hacienda, en su comparativa sobre la “evolución funcional” del gasto social, se detiene además en la de otras políticas, y subraya, en el caso de Galicia, el descenso del 5% de las partidas dedicadas a otras áreas y servicios públicos fundamentales, como la caída del 33% del dinero destinado a desarrollo empresarial o del 28% que perdió Pesca.
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