Emakunde reitera que su cambio no afectará a las maltratadas

El cambio en las competencias de Emakunde, que dejará la atención a las maltratadas, que se repartirán entre tres departamentos, no supondrá para las víctimas de la violencia machista ningún cambio de servicios ni de prestaciones, ha recalcado este miércoles la directora de Emakunde, Izaskun Landaida. “La única diferencia” es que algunas de las funciones que tenía asignadas el Instituto Vasco de la Mujer, pasarán a asumirlas otros departamentos del Gobierno.

Landaida restó importancia a que el organismo que encabeza deje de gestionar la asistencia directa a las maltratadas, el servicio de atención telefónica y las ayudas económicas, que se las repartirán Justicia y Políticas Sociales. Mientras, Seguridad mantendrá todo lo relativo a su protección policial.

La directora de Emakunde enfatizó que la reestructuración de funciones, publicada este martes por el Boletín Oficial del País Vasco, fue aprobada “por unanimidad” en la comisión que integran el Gobierno, el poder judicial, la fiscalía, el Ararteko y las Diputaciones. “No va a suponer ninguna reducción, ni de prestaciones ni de servicios y se siguen manteniendo todos los servicios que existían hasta ahora”, ha hecho hincapié Landaida, quien seguirá siendo responsable de la coordinación y el diseño de las políticas en materia de igualdad, según informa Efe.

Su secretaria general, Ana Alberdi, ya señaló el martes pasado a EL PAÍS que “la política de violencia de género es la misma y seguirá estando en el ámbito de la igualdad”. Landaida ha participado en la inauguración en la Universidad de Deusto del segundo congreso internacional sobre el empoderamiento de las mujeres, en la que resaltó la importancia que tiene el fortalecimiento del papel de la mujer para combatir la violencia machista. “El empoderamiento de las mujeres no es solo un objetivo; es también una herramienta y un proceso. Es la manera desde la que hay que trabajar con las mujeres para avanzar hacia la igualdad”, ha comentado.

La viceconsejera de Administración y Servicios de Educación, Olatz Garamendi, ha incidido en que no se debe caer en “la tentación del espejismo de la igualdad conseguida y del empoderamiento de las mujeres alcanzado”. Garamendi opinó que entre los jóvenes, a medida que se alejan de la obligatoriedad de la enseñanza, “aumentan las diferencias sobre patrones de conducta” y concluyó que las mujeres suelen elegir grados relacionados con la educación y el cuidado de personas, “roles considerados socialmente como femeninos”.