Trias presenta una cuestión de confianza tras tumbar el pleno sus Presupuestos
El alcalde reta a la oposición a formar otra mayoría tras constatar su soledad Las cuentas quedarán aprobadas en 30 días si no hay moción de censura
Barcelona dio ayer la espalda al proyecto de Presupuestos presentado por el Gobierno municipal de CiU y quedó más patente que nunca la soledad de alcalde Xavier Trias, sometido durante un mes a la fragilidad política de la cuestión de confianza. La oposición, formada por PSC, PP e Iniciativa, pese a sus diferencias ideológicas, se dio la mano y rechazó por una mayoría de 25 votos sobre un total de 41 el proyecto de cuentas para 2014. Trias recabó el apoyo de 15 ediles: los 14 de la federación nacionalista y el de Joan Laporta, de Unitat per Barcelona (UxB). Pudieron ser 16, pero Jordi Portabella, que había defendido con pasión el proyecto, se quedó sin dar el sí porque en el momento de realizarse la votación estaba en el lavabo.
PSC y el PP: “Señor Trias: Haga usted de alcalde”
La ausencia del líder de UxB provocó la hilaridad del pleno mientras Laporta intentaba excusar a su compañero: “Supongo que votaría que sí”, dijo. Portabella se disculpó después por su imperiosa necesidad fisiológica y olvidar que la votación era nominal y, por tanto, presencial. Pero, en cualquier caso, su voto no era determinante porque CiU y UpB —nomenclatura de ERC en el Consistorio— están muy lejos de la mayoría absoluta. Trias queda ahora en una situación precaria y nunca vista en el Ayuntamiento en Barcelona en 35 años desde la restauración de la democracia. Socialistas, populares y ecosocialistas disponen de un plazo de 30 días para reunir 21 firmas de apoyo a un alcalde alternativo e impulsar una moción de censura. Los tres partidos casi nunca votan juntos y esa triple alianza es casi política de ciencia-ficción. Todo el mundo da por hecho que ninguno de los tres partidos emprenderá esa aventura y, por tanto, no habrá alternativa a Trias. En 30 días, las cuentas se aprobarán de forma automática.
“Nos han obligado a tomar decisiones. Esta ciudad no se podía parar. Me sabe mal que no se hayan abstenido”, lamentó Trias en alusión a que, por esa razón, vinculó la presentación de las cuentas a la cuestión de confianza porque garantiza las inversiones previstas para 2014. En caso contrario, los Presupuestos de 2012 se habrían prorrogado y debería haberlas negociado las inversiones día a día. El gasto en ese capítulo para 2014 asciende a 426,3 millones de euros, un 22% más que 2013. CiU sostiene que la suma podría ascender a 527 millones si se añaden los 101 millones que prevé ingresar si privatiza la gestión de aparcamientos. El presupuesto es de 2.574 millones, un 11% más que en 2013 cuando las cuentas se prorrogaron aunque Trias pactó las inversiones con el PP.
La oposición reprochó a Trias que recurriera a la cuestión de confianza al sostener que es una argucia que resta credibilidad democrática. El socialista Jordi Martí interpretó la decisión como un gesto de “desesperación política”. “Usted estará en funciones 30 días. ¡Qué digo! Lo estará hasta mayo de 2015”, dijo en referencia a las próximas elecciones municipales. El líder del PSC lamentó el giro conservador de CiU al recortar, dijo, en sanidad y educación y defendió que Barcelona necesita un relevo. “Su fracaso es indiscutible. ¡Haga usted de alcalde!”, espetó.
CiU acusa a la oposición de oponerse a las cuentas por tacticismo
El popular Alberto Fernández Diaz pactó las inversiones en 2013 y ayer justificó su apuesta por la escasa sensibilidad social de CiU y por su sumisión al Gobierno de Artur Mas al no exigir la deuda pendiente. Sin embargo, el líder del PP no ocultó la dificultad que le supone aliarse con un alcalde envuelto en una “estelada”. A su juicio, CiU no ha tenido voluntad de negociar al no aceptar ninguna de las 80 enmiendas de la oposición. De hecho, la oposición sospecha que CiU sopesaba desde hacía meses recurrir a la cuestión de confianza para evitar problemas. “En vez de subir peldaños”, dijo el popular a Trias, “usted ha bajado a la arena”.
La realidad es que los presupuestos ya fueron tumbados en 9 de los 10 distritos de la ciudad. Es decir, en todos menos en Sarrià-Sant Gervasi, donde CiU tiene mayoría. Ricard Gomà, de Iniciativa, lamentó que no sean unos Presupuestos sociales y recordó que el Consistorio tuvo un superávit de 178 millones de euros que debían haberse puesto al servicio de las personas. “La cuestión de confianza es una operación inédita. El Gobierno está aislado y refugiado solo en la marca Barcelona”, dijo.
El gabinete municipal hizo una lectura opuesta y achacó la postura de PSC, PP e ICV a tacticismo y a un deseo de mostrar una Barcelona apocalíptica. Y puso como ejemplo que después del debate de las cuentas, se aprobó el plan de usos de Montjuïc, encallado desde hacía siete años —el PP se abstuvo— o el plan para la red de telecomunicaciones (con el voto en contra de Iniciativa).
Fuentes de CiU aseguran que el PP e Iniciativa no quisieron negociar y que el PSC no pudo por la escasa fuerza de Jordi Martí por las primarias en las que están inmersos los socialistas. En su alegato, Trias reconoció que es un alcalde débil al tener solo 14 de 41 ediles posibles: “Y es culpa mía”. Pero admitió que desde el principio ofreció sin éxito entrar en el Gobierno a Jordi Hereu y luego a Martí. Con el PP solo pudo pactar las inversiones. Con la cuestión de confianza, Trias se ahorra negociarlas una a una al aprobarse en bloque en 30 días. “No entiendo cómo no podemos ponernos de acuerdo”, musitó Trias, que tildó de “catástrofe” haber dejado a Barcelona sin cuentas. “Me entristece: que el PP no las vote porque diga que soy soberanista; lo del PSC no lo entiendo y con ICV, siempre es nada de nada”, dijo. Y dejó algo claro respecto a la deuda de la Generalitat: que nunca le pondrá la zancadilla y le será leal, gobierne quien gobierne.
Martí mostró su estupefacción por el hecho de que CiU busque culpables y no entienda que los partidos defienden modelos de ciudad distintos. Trias se quedó solo con UxB como aliado. Portabella señaló que al apoyar las cuentas hacia lo mismo que en siete años del bipartito del PSC e ICV: influir en ellas. El líder de UxB, que recordó que Barcelona no es una ciudad endeudada y que puede invertir, subrayó que habían logrado rebajar al 1,5% la subida de los precios previstos en las escoles-bressol y en las de música (un 3%), del Zoo (5%) o del Bicing (2%). O que se cree una cooperativa de recogedores de chatarra o una empresa pública de gestión del suministro eléctrico: “¿De verdad están en contra de todo eso? Mientras PSC e ICV voten con el PP, no nos entenderemos”.
Cambios en la Comisaría del Raval
Iniciativa planteó a Trias si tenía previsto tomar alguna medida en la Comisaría del Raval tras la muerte del empresario Juan Andrés Benítez, que perdió la vida tras ser reducido por los mossos. Nueve de ellos han sido imputados. Ricard Gomà recriminó al alcalde su silencio y alcalde recordó que había dicho que no quería volver hechos así en Barcelona. En su respuesta, Trias reveló que había hablado del asunto con el consejero de Interior Ramon Espadaler y que le comunicó que haría cambios —sin precisar— "en el ordenamiento" de la Comisaría de Raval. "Nunca haré de consejero ni permitiré que un consejero haga de jefe de la Guardia Urbana. Tenemos una magnífica colaboración pero cuando hay problema internos cada uno resuelve los suyos", avisó el alcalde.
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