Panrico premiará con producción a las fábricas que se bajen el sueldo

Tras avisar a las fábricas --con la mira en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), la única que está en huelga-- de que "nadie es imprescindible", Panrico, la compañía que fabrica los populares Donuts y Bollycaos, ha lanzado hoy un nuevo aviso. La empresa premiará con más producción a las plantas que se bajen el sueldo. Así lo ha comunicado hoy el consejero delegado de la empresa, Carlos Gila, a los sindicatos en la enésima reunión que mantienen desde que anunció un plan de viabilidad --que el directivo desgrana en cuentagotas-- que prevé más de mil despidos y una rebaja salarial. Gila, según fuentes sindicales, ha explicado hoy que el plan industrial se basará en los costes unitarios de cada planta de producción. "Es decir, desplazando producciones hacia las fábricas donde los salarios sean más bajos", indican las mismas fuentes.

Al anunciar el pasado 25 de septiembre que emprendía un plan de viabilidad que busca reducir los gastos en 50 millones de euros, Gila habló de 1.900 despidos y de una bajada salarial de hasta el 45%. Pero las cifras se han ido reduciendo. Restados los autónomos a los 1.900 despidos inicialmente anunciados, quedaron en 1.040. Ayer, la dirección de Panrico rebajó la cifra a 940. Y durante la reunión de esta mañana con los sindicatos la ha vuelto a reducir: 875 personas. El consejero delegado, Carlos Gila, se había comprometido ante los sindicatos a entregarles hoy por fin documentación escrita sobre el plan, como la afectación de despidos por plantas, pero no ha sido así.

Sobre el porcentaje de rebaja salarial, hoy el directivo la ha situado en un 25%. La parte social de la mesa ha rechazado por "desproporcionado" el planteamiento de la empresa y las partes se han emplazado al próximo lunes para seguir negociando.

Mientras tanto, la fábrica de Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Oriental, Barcelona) entró el lunes en su tercera semana de huelga indefinida. La catalana es la única planta del grupo que ha parado, primero en protesta contra el impago de las nóminas de septiembre (de las que Panrico abonó ayer su último pago a plazos) y posteriormente contra el Expediente de Regulación de Empleo que presentará tarde o temprano.

En esta fábrica, basta con hablar con los trabajadores que se turnan en los piquetes de los accesos para ver que con antigüedades de más de 30 años, ninguno de los presentes cobra más de 1.500 euros netos al mes. Hace año y medio, el personal de producción ya se bajó el sueldo un 25% de media en un controvertido referéndum en el que la rebaja fue votada por el personal de administración. Santa Perpètua tiene 351 empleados y la cifra no confirmada de despidos habla de 259, un número que los propios sindicatos reconocen que abocaría la planta al cierre. El futuro de esta fábrica, buque insignia de la marca preocupa y mucho tanto al Gobierno catalán como al ayuntamiento de Santa Perpètua, que mantienen reuniones periódicas para tratar el conflicto.