Alstom vota con la mitad de la plantilla en contra de las rebajas
La compañía conocerá este martes qué apoyo tiene su propuesta entre la plantilla CC OO rechaza de plano la medida, mientras que UGt la aprueba por "visión de futuro"
Alstom afronta hoy la segunda jornada de votación en la que sus 650 trabajadores dirán sí o no a la propuesta de mayor flexibilidad que puede abrir la puerta a más encargos por parte de la matriz francesa y a la creación de hasta un millar de empleos, pero que supone también trabajar más horas y que la plantilla acepte una bolsa de 490 horas, que se podrían sumar o restar a la jornada anual ordinaria en función de las necesidades de producción. La votación comenzó ayer durante el turno de mañana —las urnas quedaron precintadas y bajo llave— y el resto de la plantilla votará este mediodía.
Con todo, por la mañana se celebró una asamblea de delegados del sindicato CC OO en la que participaron 300 trabajadores que, tras escuchar las condiciones del documento pactado con la empresa el sábado de madrugada, lo rechazaron. La votación fue a mano alzada y con una sola abstención, según el propio sindicato. CC OO, que tiene mayoría, rechaza de plano una propuesta que aumenta la jornada anual en 62 horas con un único pago de 400 euros, que prevé la creación de una bolsa de 490 horas —a trabajar de más o irse a casa en función de necesidades de la producción— que se compensarán con otro pago de 300 euros, las libranzas correspondientes y cuatro euros por hora si el empleado es avisado con menos de 24 horas (dos euros la hora si se le avisa con dos días).
El secretario general de la sección sindical de CC OO, Daniel García, no se cansa de mostrar su oposición a una flexibilidad que considera “a la carta, de forma que se carga la conciliación de la vida laboral y familiar, por la que te pueden avisar de hoy para mañana”. Por el contrario, su homólogo en UGT, Óscar Ramos, defiende es más partidario del sí por su “visión de futuro”.
Ambos sindicatos reprochan a Alstom su tibio compromiso a la hora de asegurar mayor carga de trabajo a Santa Perpètua. En un epígrafe “adicional” al acta firmada el sábado de madrugada, la multinacional afirma que “puede comprometerse al cambio de la vocación industrial de Santa Perpètua en caso de acuerdo, que se establece en la voluntad de adjudicar los proyectos de metros de aluminio y tranvías que el grupo obtenga cuando no estén fabricados por el Gobierno francés o se estipule la obligación contractual de fabricarlos en un país concretos”. Esto es, los trenes que no encarguen clientes públicos franceses, como ocurrió con el metro de Riad, que, al no aceptar la plantilla catalana más flexibilidad, fue adjudicado antes del verano a una planta polaca.
Fuentes de la Generalitat aseguran que el ejecutivo catalán está “muy preocupado” con un conflicto del que subrayan la falta de encargos a la planta vallesana a partir de primavera de 2014. En la misma línea, el departamento de Empresa y Empleo, del que depende la industria catalana, tiene en Panrico otra herida abierta. Tras seis días de huelga, también el conflicto se ha polarizado, con la petición del personal de oficinas de volver al trabajo.
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