Cataluña ha perdido una de cada tres pymes industriales en 12 años

Nuevos y desalentadores datos sobre la situación de la industria catalana. En este caso, referidos a las pequeñas y medianas empresas. Entre 1999 y 2011 se han destruido 12.000 empresas y 128.000 empleos.Son el 34,9% y el 33,4% de los que había hace doce años, según el estudio que ayer hizo público Pimec. La tendencia es más negativa de la experimentada por las grandes empresas en el mismo periodo.

El informe lleva por título una pregunta: ¿De la desindustrialización a la reindustrialización? La respuesta es negativa. No. Los casos que hay de reactivación, dice, son “puntuales” y “hay que tomarlos con cautela”. El estudio muestra como el peso de la industria sobre el conjunto de la economía se ha reducido de forma imparable desde los años 70 del siglo pasado, en paralelo a una terciarización de la economía. El protagonismo del sector ha pasado del 33% en la década de los ochenta a un 17% entre 2008 y 2010. Por sectores, sufren todos, pero especialmente el textil, el cuero, el calzado y la confección.

El informe recuerda que si bien “la desindustrialización catalana ha tenido como protagonistas grandes empresas que han deslocalizado” su producción —como Lear, Bayer, Philips, Valeo o Samsung—, “los protagonistas cuantitativamente más importantes, aunque discretos, han sido las pymes”. Y sobre el futuro, aunque precisa que habría que analizar un periodo prolongado, “ahora mismo no hay indicadores que permitan entrever que se está produciendo una reindustrialización”. “Los datos agregados no recogen en ningún caso que se esté reindustrializando el país”, apunta el estudio, para concluir que “más bien parece que seguimos instalados en el proceso contrario, pues no se detecta ni en número de empresas ni empleo, ni en la producción”.

Para apoyar la tesis de que la recuperación es puntual, el estudio analiza el caso de empresas como BarçaToons o MimóticaMicola, que habían trasladado su producción a China pero han regresado “porque los costes totales son muy similares”. Ahorran en transporte, los costes laborales aquí también son competitivos y, sobre todo, fabricando cerca pueden ser más flexibles y adaptarse mejor a la demanda. Incluso grandes firmas como Desigual siguen fabricando en China pero produce en Cataluña “productos más complejos y a menor escala”.

El informe apunta al fin hacia donde puede dirigirse lo que llama “nuevo paradigma industrial”: proximidad, series cortas, productos de alto valor tecnológico y de innovación, calidad de servicio, producción intensiva en capital, mano de obra cualificada y flexible, externalización de algunos procesos, especialización e internacionalización.

Y concluye con una advertencia —que suena a reproche— a la Administración: “A través de sus políticas puede hacer mucho para facilitar la necesaria regeneración del tejido industrial”. “No se puede pretender reindustrializar el país y hacer políticas que vayan en contra”, dice. Se refiere al encarecimiento de la electricidad o la inseguridad jurídica.