Sonidos tibetanos en el campus
Alumnos de la UPV restauran una obra ubicada en Leioa que cuenta con ocho piezas sonoras
Hace 18 años que un grupo de estudiantes de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco (UPV) realizó una escultura con forma de cuerno como trabajo de fin de licenciatura. La obra, de nueve metros de largo y dos de alto, no pasaba desapercibida en la campa situada frente a la facultad. El proyecto no era solo un trabajo escultórico, sino que tenía la capacidad de producir sonidos por efecto del viento. Pero, por temor a que el cuerno pudiera resultar molesto para la comunidad universitaria, se colocó de espaldas a los vientos dominantes, y nunca sonó como estaba previsto. Restaurada y con un sistema sonoro electrónico, la escultura ofrecerá este lunes su música con motivo de la inauguración del nuevo edificio de Bellas Artes, en el campus de Leioa.
Un equipo interdisciplinar de la UPV, dirigido por Jon Barredo, catedrático de Dibujo y Sistemas de Representación, ha culminado el proyecto. Construida en acero inoxidable, malla hexagonal y resina de vidrio, la escultura cuenta ahora con un sistema electrónico para generar el sonido. “Teníamos una asignatura pendiente con esta escultura, porque, a pesar de que la gente que la veía a diario podía creer que ya estaba terminada, en Bellas Artes sabíamos que le faltaba la guinda. Y se la hemos puesto de una forma que nos enorgullece: con un coste ínfimo y con un trabajo colaborativo que tiene un gran valor académico”, ha señalado Barredo.
Durante nueve meses, un equipo formado por profesores de ocho áreas universitarias (restauración, escultura, dibujo, antropología, audiovisuales, diseño gráfico, ingeniería mecánica y expresión gráfica en ingeniería) y de un máster (Arte y creación), así como por alumnos y exalumnos de la Facultad de Bellas Artes y de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao, ha trabajado en la digitalización de la estructura de la obra para posteriormente mejorar la seguridad y la estética de su anclaje. Asimismo, han restaurado la escultura, la han ubicado en lo que será su emplazamiento definitivo, en la misma campa donde se ubicó originalmente y donde hoy en día también se encuentra la Escuela de Magisterio.
El dispositivo electroacústico se activa por control remoto y está programado con ocho piezas sonoras, que recuerdan al de los dungchen, los tradicionales instrumentos de viento tibetanos. Estos sonidos se activarán para anunciar la celebración de los eventos académicos y sociales más significativos que se lleven a cabo en la UPV. Y sonará por primera vez este lunes con motivo de la inauguración oficial del nuevo edificio de la Facultad de Bellas Artes. El sonido del cuerno podría oírse a una distancia de 200 metros, dependiendo siempre de la dirección y la fuerza del viento reinante en ese momento.
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