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IVÁN SEMPERE | Expresidente de la Confederación de Jóvenes Empresarios

“Ninguna generación se pierde, todo se transforma”

El empresario Iván Sempere ve en la crisis una oportunidad para mejorar y aprender

El emprendedor y representante empresarial Iván Sempere.
El emprendedor y representante empresarial Iván Sempere.PEPE OLIVARES

A Iván Sempere (Alicante, 1970) el emprendedurismo le corre por las venas. A los diez años estudió en el Reino Unido, luego hizo Derecho y se especializó en propiedad intelectual. Ha viajado por medio mundo y siempre ha tenido claro que los cargos tienen “fecha de caducidad”. Sempere, que habla con pasión de su padre, otro empresario del textil y de la joyería, ha sido presidente de Jovempa en Alicante, de los jóvenes empresarios valencianos y de la Confederación Europea de Jóvenes Empresarios. Ahora, además de dirigir sus empresas, preside Fundeum (Fundación Universidad Empresa) y la comisión de relaciones internacionales de Cierval.

Pregunta. ¿Cómo observa esta crisis económica que condena a los jóvenes sin formación a la precariedad laboral y a los que tienen carreras y másteres les obliga a irse al extranjero?

Respuesta. La crisis es una oportunidad para mejorar y aprender. Hemos heredado una situación de la que todos somos corresponsables, venimos de una sociedad excesivamente cómoda, instalada en la mentira, y esta crisis, dramática para muchas personas, obliga a replantearnos todo el escenario a nivel empresarial, familiar, institucional. A distinguir entre las cosas por las que hay que luchar y las que son superfluas. La crisis nos ayuda a encontrarnos con nosotros mismos y saber qué debemos explorar y trabajar.

P. Pero se ha perdido una generación de jóvenes bien formados. Por primera vez los hijos tendrán menos oportunidades que sus padres...

R. No creo que ninguna generación se pierda, todo se transforma, como la energía. Nos aplicaremos en procurar educar a nuestros hijos en valores más solidarios, y no consumistas, la sociedad que venía de una educación más cómoda tendrá que aprender de los errores cometidos.

P. ¿En qué hemos fallado?

R. En general, las personas tenemos una resistencia al cambio total y absoluto, nos acostumbramos a subir escalones pero no a bajarlos, ni a desprendernos de mochilas. Para mí, el error fundamental es el haber construido y generado unas estructuras basadas en la mentira, y la gran mentira ha sido construir muchas cosas con dinero que no era nuestro, y cuando haces eso y te crees que es tuyo el dinero estás equivocado. Porque luego el dueño del dinero te dice que es suyo, y entonces es cuando tienes que retroceder y adecuarte a tus posibilidades. Por ejemplo, en términos empresariales nos hemos acostumbrado a pagar los gastos corrientes con créditos del banco, y las pólizas no son para pagar nóminas.

P. Que un joven quiera ser empresario con la crisis y lo que está cayendo, ¿no es raro?

Antes en clase solo dos jóvenes querían ser empresarios, y con vergüenza”

R. Todo lo contrario, es un fenómeno habitual. Cuando estaba en Bruselas, los españoles destacábamos por ser creativos y emprendedores, y ante una situación de necesidad acentuamos más esa virtud. Ahora la gente se busca la vida y crea su propio proyecto empresarial, el verdadero problema lo tenemos los que somos empresarios y empezamos hace 15 años porque debemos adaptarnos a la crisis, los que llegan ahora están preparados para sobrevivir.

P. ¿Y entre los universitarios de ahora hay emprendedores?

R. Hoy en España el porcentaje de jóvenes que quieren ser emprendedores es muy alto, en las clases de la universidad hace unos años los que levantaban la mano para ser empresarios eran dos y con vergüenza.

P. Pero algunos empresarios con la fama con la corrupción se han ganado a pulso...

Acostumbramos a pagar gastos corrientes con créditos del banco”

R. Efectivamente, al corrupto y al delincuente, sea empresario, político o quien sea, hay que perseguirlo. Pero la mayoría de empresarios son gente honrada que trabaja como burros y sufren para llevar adelante su negocio. Debemos fomentar la reputación del empresario. Nosotros mismos debemos perseguir y denunciar la economía sumergida porque nos afecta a todos, los impuestos de la gente sirven para la educación, la sanidad y las infraestructuras. Y no puede ser que unos paguemos impuestos y otros no.

P. En 2010 acudió a la reunión de G-20 en Toronto en representación de los jóvenes empresarios europeos. ¿Con qué mensaje?

R. El de fomentar la actitud emprendedora de los niños desde las escuelas y la reputación del empresario como agente social esencial, una sociedad sin empresarios no va a ningún lado, se necesitan.

P. Y a su regreso del viaje escribió el libro Aceituna y hueso al plato. Despertar el carácter emprendedor desde los cuentos infantiles. ¿Cómo surgió la idea?

“Al corrupto, sea empresario o político hay que perseguirlo”

R. Se supone que todos los empresarios son emprendedores, pero no todos los emprendedores son empresarios. Cuando volví de Canadá teníamos comité ejecutivo en Ateas, era el inicio de la crisis griega, y el entonces primer ministro Georgios Papandreu me dijo que había que buscar y releer a los clásicos. Y en el avión de vuelta, pensé que en los cuentos debía haber lecciones de emprendedurismo. Y descubrí que El patito feo o Garbancito hablan de tu personalidad y de tu proyecto y Caperucita roja sobre confianza y comunicación. Así hasta diez cuentos, con sus respectivas lecciones para que los niños cultiven valores. Y al final, el libro es como una cebolla con capas, puedes leer a tu hijo o leerlo tú que redescubrir las cosas más evidentes.

P. Eso para los niños, y para los que se inician en la universidad, ¿qué les diría?

R. Que se olviden de que hay muchos abogados, economistas o muchos bares. Cuando uno hace lo que le gusta levanta pasiones, porque al final uno lo personaliza y destaca en su área. Por ejemplo, El cuento de La lechera nos lo dice claro: hay que fijarse en el presente para llevar el cántaro y poder venderlo, y cumplir el objetivo.

P. Pero muchos jóvenes lo intentan y no lo consiguen. El ambiente es hostil, los bancos no dan crédito y todo son problemas y dificultades.

“Recortar en educación debe ser lo último, pero se debe reorganizar”

R. Desgraciadamente es así, pero al menos te quedas tranquilo, solo hay una oportunidad para hacerlo con pasión y con ilusión. Podemos fracasar, por supuesto, yo en mis experiencias habré tenido más fracasos que éxitos pero al menos lo intentas, pasas momentos difíciles y piensan que ese dinero lo hubieras podido invertir en la educación de mis cuatro hijos. Y me preocupa no tener el suficiente dinero para garantizar una buena educación para ellos.

P. Pues con tantos recortes estará complicado.

R. Recortar en educación debe ser lo último, soy partidario de reorganizar los servicios públicos y buscar la máxima eficiencia y calidad, con el menor coste, pero no se debe recortar en escuelas y universidades. El gestor debe dar ejemplo, y no pueden pedir sacrificios a todos y luego hacer determinadas barbaridades que estamos viendo y pagando entre todos.

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