Jabyer Fernández acusa al PNV de provocar la quiebra de Iurbenor
“Yo cumplí, ellos me traicionaron”, dijo en la primera jornada del juicio en referencia al partido de Iñigo Urkullu
El empresario de moda durante casi dos décadas, el hombre que en una comida decidía financiar la campaña a la presidencia del Athletic para un amigo suyo, o resolvía sin despeinarse un problema de dos o tres millones de euros con el Bilbao Basket, declaró ayer durante tres horas ante un tribunal de justicia que puede acabar dictaminando su ingreso en prisión. Jabyer Fernández, el presidente del Grupo Afer, junto a su hermana Susana, respondió a las preguntas del fiscal, y de las dos acusaciones, rodeado de sus ex socios —ahora enemigos—, y de las instituciones que hasta hace un año le daban cobertura para sus proyectos —y ahora le quieren entre rejas—.
La Fiscalía retiró la acusación de delito fiscal pero mantuvo la de insolvencia punible con seis años de prisión para Jabyer y cuatro para Susana, al igual que la acusación particular, mientras que la Diputación de Bizkaia mantiene la acusación de delito fiscal y solicita diez años y seis de prisión, respectivamente, para los dos imputados. Firme y bastante sereno, con un tono de voz por momentos amenazante, y con expresiones más coloquiales de lo normal para estar ante un tribunal, Fernández siguió adelante con su estrategia de politizar el caso. Acusó al PNV en general aunque de manera específica al ahora lehendakari, Iñigo Urkullu, y al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, de “traicionarle” al incumplir los acuerdos a los que habían llegado, y de esa manera provocar la quiebra de Iurbenor. Fernández está acusado de descapitalizar esa firma y de provocar su insolvencia a base de decenas de transferencias a su intrincada red de empresas.
Tenía que haber pagado
Tras vender los terrenos del fallido proyecto Puerta de Bilbao para levantar 2.000 viviendas, tenía que haber pagado a la Diputación 43,5 millones de euros por el IVA de esa operación, pero no lo hizo. Hasta entonces, Jabyer Fernández lo tenía todo bastante bien amarrado. El empresario de éxito maniobraba a su antojo, blindado por una protección política y social que lo convertían en un personaje influyente. Si necesitaba un aplazamiento tributario lo solicitaba y lo conseguía. “Lo presentaba en plazo y forma y hablaba con quien había que hablar”, dijo ante el tribunal. En 2008 logró un aplazamiento de diez millones de IVA del Grupo Afer. “Para estas cosas hablaba con las personas importantes, y para las estratégicas con Íñigo”, dijo.
Retó al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao
Sólo un año después, Iñigo ya no le funcionó. La Diputación no le concedió el aplazamiento de los 43,5 millones que Jabyer ya daba por descontado, y en vez de dar un paso atrás y cumplir sus obligaciones tributarias, retó al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, e intentó puentearle recurriendo a la cúpula del PNV. “Mitxelo Agirre convocó en una habitación del Hotel Barakaldo que pagó él, a Andoni Ortuzar, a Joseba Aurrekoetxea y a mí, para tratar de resolver el problema”, explicó. “Desayunamos los cuatro y quedaron encargados de darle una solución”, relató. Como aquel desayuno no funcionó fue a la cabeza del partido a pedirle ayuda “por favores que yo le había hecho, unos conocidos y otros no, y me dijo: Estate tranquilo que el aplazamiento te lo damos”, dijo ayer que le contestó Urkullu. “Yo cumplí, ellos me traicionaron”, aseguró con evidente tono de malestar.
El premio para Urkullu
El juzgado que instruyó el caso, el número seis, rechazó la estrategia de la defensa de Fernández de llamarles a declarar a todos los miembros del PNV que participaron en esas reuniones. Jabyer Fernández no dio un paso atrás en intentar implicarlos. Para sustentar el tipo de relación que mantuvo describió cómo los primeros en ver el proyecto Puerta de Bilbao fueron Bilbao y Urkullu: “Esto es cojonudo”, relató que dijo Bilbao. El premio para el lehendakari era más personal. “La planta de pisos modulares” que no se llegó a construir por falta a poyo foral “la íbamos a levantar en su pueblo natal, en Alonsotegi”, dijo.
Macua se va sin cargos
El ex presidente del Athletic, Fernando García Macua batió ayer el récord de las imputaciones más cortas. La vista comenzó a eso de las diez y para las once se marchó, con su abogado, sin la mochila de verse inmerso en un proceso judicial. El magistrado presidente de la Sala decidió retirar, por motivos técnicos, la acusación contra Macua, el tercer procesado junto a Jabyer Fernández y su hermana Susana Fernández.
Quien dirigiera los destinos del equipo de futbol entre los años 2007 y 2011 llegó a la sala como supuesto cooperador necesario en un delito fiscal, ya que era el asesor fiscal y contable, además de consejero de muchas de las empresas del entramado societario de Jabyer Fernández.
Macua abandonó la sala un minuto antes de la declaración del arquitecto del Grupo Afer, porque sólo había sido acusado por la acción popular, sin que la fiscalía ni la acusación particular, ejercida por la Diputación le atribuyeran delito alguno. La jurisprudencia establecida en el caso Botín. Ahora no está claro si tendrá que declarar como testigo de alguna de las partes.
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