El Gobierno acuerda con Abertis una rebaja de los peajes de la C-32 y la C-33

Lo avanzó Santi Vila en el Parlamento a finales de agosto y el consejero de Territorio lo pudo concretar ayer tras la reunión del Consejo Ejecutivo: los peajes de la C-32 en el Garraf y el de Mollet en la C-33 serán más baratos a partir de 2014. La Generalitat ha alcanzado un acuerdo con Abertis en una medida que persigue incrementar el tráfico en las carreteras de peaje, que ha caído de promedio un 30% desde el inicio de la crisis, y liberar otras carreteras secundarias, además de armonizar los distintos precios que se pagan por kilómetro en cada vía de peaje en función de sus obstáculos orográficos. El pacto también recoge una inversión de 93 millones de euros por parte del grupo de infraestructuras para mejorar los accesos a esas autopistas, así como la prolongación de la C-32 entre Blanes y Lloret de Mar.

Los descuentos serán diferentes según el peaje. En el peaje de Mollet, por ejemplo, se contempla un descuento del 48,5% para todos los movimientos de entrada y salida a Mollet del Vallès. En el caso de la C-32, en el peaje de Vallcarca —tramo entre Castelldefels y Sitges— la tarifa bajará un 30%, con lo que la Generalitat cree que su precio se equipara con el de los túneles de Vallvidrera. Entre Sitges y El Vendrell, el porcentaje de recorte será del 26,5%. En el caso del tramo norte de la C-32, en el tramo comprendido entre Mataró y Palafolls, se prevé una bonificación del 10%.

No está claro quién será el encargado de sufragar la operación, especialmente porque dependerá de cómo crezca el tráfico y en eso parece tener más que decir la salida de la crisis que la reducción de tarifas. En todo caso, Abertis se ha asegurado compensaciones para el caso de que la rebaja no conlleve una subida sustancial de vehículos que compense esa rebaja. O lo pagará la Generalitat —y sus contribuyentes— en dinero o Abertis se lo cobrará con una prolongación de la concesión de esas autopistas.

Lo dijo ayer el consejero Vila: dentro de cuatro años se hará una primera valoración de la medida y se decidirá cómo resolver los costes. Sino, al final del contrato se tomará la decisión definitiva, en la que queda la opción de alargar concesiones por el periodo que se estime oportuno. Fruto de los acuerdos de bonificaciones en las autopistas de peaje de titularidad autonómica —todas excepto una las gestiona Abertis—, la Generalitat ha pagado a las concesionarias 433 millones de euros entre 2000 y 2012 y 57 millones solo en el último ejercicio.

Como ya viene siendo regla en las rebajas de peajes aprobadas por gobiernos de CiU, de las nuevas tarifas solo se podrán beneficiar los turismos y furgonetas que utilicen el pago mediante el sistema de Teletac y siempre y cuando circulen entre lunes y viernes. A las aprobadas ayer por el Gobierno se podrán añadir, sin embargo, las que están actualmente en marcha, que premian la recurrencia de paso, la alta ocupación y las bajas emisiones contaminantes del vehículo.

Según las previsiones del Departamento de Territorio antes de que concluya el año se harán públicos otros descuentos. Vila señaló que el tramo de la C-16 entre Sant Cugat y Manresa, que ha perdido más del 15% del tráfico de vehículos en los últimos seis años, sufrirá también una “revisión del marco concesional”, al advertir que “es una de las autopistas que tiene más dificultades, incluida la de su sostenibilidad”. El consejero hizo una llamada a incrementar su tráfico, que, en su opinión, pasa también por reducir tarifas.