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La patronal catalana prefiere el concierto

Fomento del Trabajo decide hoy si apoya el ‘Pacto por el Derecho a Decidir’ El texto, rebajado, no contiene los términos “consulta” ni “Estado propio”

Lluís Pellicer
Artur Mas y Joaquim Gay de Montellà, presidente de Foment.
Artur Mas y Joaquim Gay de Montellà, presidente de Foment.EUROPA PRESS

La gran patronal catalana decide hoy si respalda la celebración de una consulta soberanista. Y poco amiga de mojarse en asuntos políticos, si lo hace, lo hará a regañadientes. Joaquim Gay de Montellà, presidente de Fomento del Trabajo, que forma parte de la CEOE, no lo tiene fácil. Tiene por una parte a las federaciones territoriales y a las pymes inclinadas por rubricar el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir una vez este ha sido descafeinado por su redactor, Joan Rigol (ex presidente del Parlamento catalán), hasta el punto de que no contiene ni la palabra “consulta” ni la expresión “Estado propio”. Por otra parte, según explican fuentes de la directiva de la entidad, varias agrupaciones sectoriales y las grandes corporaciones insisten en que la patronal siga plantada en la reclamación del pacto fiscal y rechace ir más allá. Las fuentes consultadas no descartan incluso que la reunión de hoy, que empieza como el discurso de Artur Mas a las cinco de la tarde, pueda acabar sin un acuerdo y deba aplazarse la decisión de firmar o no el texto.

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El reto soberanista de Artur Mas incomoda a la patronal catalana, que ha llegado a pedir en público al presidente de la Generalitat que aparque la consulta y recupere la negociación del pacto fiscal. En abril de este año, el presidente de Fomento reclamó un nuevo pacto durante una conferencia en Madrid, en la que afirmó que Cataluña “acumula un desequilibrio que le ha restado competitividad” y reivindicó un cambio en la Constitución que favorezca una financiación mejor y una distribución “más equitativa”.

La cuestión soberanista acabó incluso por resquebrajar la unidad patronal cuando el pasado mes de febrero varias organizaciones (entre ellas Pimec y la Cámara de Comercio de Barcelona) se descolgaron de un acto convocado por Fomento para revindicar la figura del empresario ante la crisis. Lo llamaron Anem per feina [Manos a la obra] y varios sector nacionalistas temieron que Gay de Montellà aprovechara la ocasión para reclamar el pacto fiscal como alternativa al proceso soberanista.

Finalmente, Fomento optó por un acto solo para sus asociados en el que Gay de Montellà cargó contra la corrupción, reclamó medidas urgentes y reformas estructurales para reactivar la economía, defendió la reforma laboral y reivindicó una menor presión fiscal y una Administración más cumplidora en sus pagos. El presidente no hizo ninguna referencia a la política catalana o al proceso soberanista. La patronal vuelve a tener ahora de nuevo la pelota en su tejado: debe decidir si suscribe o no el documento que ha elaborado Rigol.

Fomento y el Círculo de Economía, entre las entidades que no se han sumado

El pasado junio Fomento del Trabajo se descolgó de la reunión constitutiva del pacto justificándose en su “carga política e institucional”, a pesar de que la Generalitat había anunciado su asistencia. La entidad consideró entonces que dada la pluralidad de opiniones entre sus asociados, lo mejor era quedarse al margen del acuerdo.

La posición del presidente de la entidad respecto a la consulta es que esta debe celebrarse dentro de la legalidad, es decir, de los límites de la Constitución. “No sabíamos qué íbamos a encontrarnos en esa reunión. Nos dijeron que era una reunión para hablar, pero resulta que ya era de adhesiones”, explica un directivo de la entidad.

Convergència i Unió (CiU), sin embargo, ha ido insistiendo —presionando, incluso— en los últimos meses en la adhesión de Fomento del Trabajo. “Ellos sabrán si están dispuestos a pasar a la historia como una de las organizaciones que no apoyaron el derecho de Cataluña a decidir sobre su futuro con una consulta”, manifiestan fuentes de la dirección del partido. La patronal es una de las pocas grandes entidades que no se ha sumado al pacto. La otra es el Círculo de Economía, el prestigioso lobby empresarial en cuya presidencia el catedrático Antón Costas relevará al exministro del PP Josep Piqué y que en su día ya no quiso añadirse al pacto fiscal.

El entorno de Gay de Montellà explica que el presidente ha recibido presiones de todos los lados en los últimos días. Los partidarios del sí opinan que la entidad no puede quedarse fuera del pacto y recuerdan el esfuerzo de Rigol por elaborar un texto en el que puedan sentirse poco comprometidos. Los detractores de esa opción señalan que el Gobierno catalán ya ha tomado posición por la independencia, por lo que suscribir ese documento equivale a validar la secesión de Cataluña.

CiU ha presionado por la adhesión de la patronal catalana al pacto

Todavía hay una tercera vía: dar un sí pero con matices. “Debemos dejar claras tres cosas: que apoyar ese texto no supone estar por la opción independentista, que exigimos diálogo y consenso entre los ejecutivos de Madrid y Barcelona y que todo debe hacerse dentro de la legalidad. No vamos a ir más allá en ningún caso”, aseguran otras fuentes de la patronal que ven con buenos ojos el documento de Rigol.

Además de todas estas posiciones, está la del propio Gay de Montellà, que se muestra reticente a firmar ese texto, según varias fuentes consultadas. Otro de los condicionantes, recuerdan, es el rechazo total de la CEOE a la deriva soberanista de Mas. De hecho, Gay de Montellà halló no pocas voces críticas dentro de la organización a su defensa del pacto fiscal de Mas, aunque luego el presidente de la CEOE, Juan Rosell, abogó en público por solventar la financiación catalana.

Sea cual fuere la vía por la que se opte, los miembros de la directiva de Fomento llegan a la reunión de hoy sin una posición unánime. El interrogante que se plantea es si el debate culminará en una votación o se aplazará de nuevo la reunión hasta que se encuentre una salida que pueda contentar a todos los empresarios y no siga fracturando la unidad de la que tradicionalmente ha hecho gala el empresariado catalán.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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