Boadilla salva otra vez el colegio de los Legionarios de Cristo
El pleno municipal anula la rescisión del contrato porque carece de presupuesto para compensar a la congregación ultracatólica por el edificio que construyó
Los Legionarios de Cristo gestionan en Boadilla del Monte un colegio privado, el Highlands Los Fresnos, que lleva tres años al filo del cierre. La congregación religiosa gestiona el centro (que separa a niños y niñas) desde 2007 y en 2010 el Ayuntamiento denunció “incumplimientos flagrantes” para aprobar su clausura. El Ayuntamiento, gobernado por el PP, aprobó en el pleno del pasado viernes anular de nuevo la rescisión del contrato “debido a la falta de crédito en el presupuesto”. La interventora municipal advertía en un informe el 17 de septiembre que no se había destinado crédito en el presupuesto de 2013 para indemnizar a la concesionaria por “los metros cuadrados construidos”, según contemplaba el pliego de condiciones firmado en 2007.
El centro está construido sobre una parcela municipal valorada en 11 millones. La congregación ultracatólica se comprometió en 2007 a pagar un canon anual de 162.000 euros por el terreno y a construir cinco edificios en 13 meses. A día de hoy, faltan tres edificios y en el centro estudian 420 alumnos de Educación Infantil y primer curso de Secundaria, pese a que el acuerdo contemplaba ofrecer ensañanza hasta el nivel preuniversitario. Las familias pagan 1.400 euros de inscripción y hasta 456 euros al mes.
Ni la congregación ni el Ayuntamiento señalan ahora qué cantidad tendría que pagar el Consistorio por rescindir el contrato, si bien los Legionarios hacían referencia hace seis meses a un informe del Consejo Consultivo en el que se valoraba en 10 millones de euros. La interventora recomendaba también una modificación presupuestaria para 2014, aunque el acuerdo de pleno no incluye ninguna fecha. El Ayuntamiento de Boadilla tiene superávit en estos presupuestos. Son 5,4 millones, según el Consistorio, que alega que ese dinero se debe destinar a amortizar deuda.
Lo aprobado el viernes obliga al ayuntamiento a iniciar los trámites de nuevo. El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Ruiz, se compromete “a tener la partida presupuestaria para 2014”, aunque no aclara por qué no se habilitó antes, dado que el Consistorio arrastra la sanción a los Legionarios desde 2010. La obra se adjudicó con Arturo González Panero (imputado en el caso Gürtel) al frente del Consistorio. Le sustituyó Juan Siguero, que respaldó recuperar ese suelo y que también acabó apartado de sus funciones como alcalde por el mismo caso de corrupción. Ambos son del PP, igual que el primer edil actual, Antonio González Terol.
Desde que se aprobó la primera rescisión del contrato en 2010, distintos episodios han evitado que se lleve a cabo. Pasaron 18 meses sin que se ejecutara, hasta que el PSOE llevó una moción sobre el tema al pleno. Entonces, tanto el PP como los Legionarios alegaron que la concesión del suelo se firmó esperando un desarrollo urbanístico “importante” que no se produjo. En 2012, el Consistorio cambió la rescisión por una multa y, durante todos este tiempo, los Legionarios han pedido sin éxito licencias para construir los nuevos edificios. En octubre de 2012, se inició un nuevo procedimiento sancionador. El proceso caducó y se volvió a abrir unos meses después. Ya en abril de 2013, un informe municipal aludía a la necesidad de habilitar un crédito para pagar a los Legionarios.
El portavoz del PSOE en Boadilla, Pablo Nieto tilda la concesión de “regalo” y acusa al PP de “defender” los intereses de los Legionarios "en lugar de los de los vecinos". El concejal de Urbanismo alega que el expediente “es muy complejo” y promete que resolverá el asunto en 2014.
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