Baltar reparte en ayudas a dedo los ingresos por la disolución de Urbaourense
El presidente se deshizo de esa y otras entidades apelando a la racionalización del gasto
José Manuel Baltar perpetúa, y perfecciona, la política de su padre y antecesor en la Diputación de Ourense. El presidente provincial apuntala la esencia del baltarismo, consistente, junto a los enchufes, en la concesión de subvenciones nominativas –a dedo- a distintas entidades y municipios, en su mayor parte vinculadas al PP, partido que también él preside en la provincia.
Baltar lleva al pleno de la Diputación de este mes un nuevo paquete de ayudas nominativas por importe de más de 1,1 millones de euros de la endeudada institución. Para poder mantener esta práctica de las dádivas a asociaciones, colectivos y municipios, el presidente ha acudido a los ingresos que le reportaron a la Diputación la disolución de la empresa urbanística Urbaourense (1.086.621,30 euros) –creada para competir con Xestur cuando gobernaba en la Xunta el bipartito- y los recursos de la enajenación de la finca Santamarina (por importe de otros 80.798,75 euros). Baltar Blanco se deshizo, prácticamente en cuanto accedió a la presidencia de la institución, de ambos organismos –junto al hipódromo de Sandiás y las granjas propiedad también de la Diputación- apelando a la racionalización del gasto. La oposición lo criticó duramente entonces. No por renunciar a entidades “sin competencia en las que solo había enchufados”, sino por los precios “regalados” para librarse de ellas.
Con el millón largo de euros obtenido en esas dos transacciones, Baltar reparte ahora subvenciones, siguiendo su criterio personal, entre pequeñas obras de alumbrado, de arreglo de caminos, pequeñas obras deportivas y fiestas populares en ayuntamientos exclusivamente (salvo uno del PSOE al que le concede 30.000 euros para el arreglo de una carretera) del PP. “Si criticábamos lo del padre, esto es mucho peor”, sostiene el portavoz del PSOE en la Diputación, Ignació Gómez, que precisa que “ni siquiera se puede decir que reparta el millón de euros entre ayuntamientos del PP, sino solo entre los que sustentan el baltarismo”. “Es más de lo mismo pero más descarado”. El socialista considera injustificable este “reparto de prebendas entre los suyos” cuando el presidente provincial “está iniciando el proceso de privatización de la basura” al que PSOE y BNG se oponen con rotundidad.
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