Erkoreka limita a “diferencias técnicas” las propuestas fiscales de Bildu y PP

Ante las constantes advertencias del PSE de que la falta de un acuerdo en materia fiscal en alguna de las tres provincias vascas podría terminar, como recoge el pacto PNV-PSE, en la utilización de la herramienta de armonización fiscal que ostenta el Parlamento, hoy el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, ha rebajado la dificultad de sumar a más formaciones al acuerdo fiscal para poder materializarlo en toda Euskadi.

Tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, el portavoz ha asegurado que entre la propuesta de fiscalidad del diputado general de Álava, Javier de Andrés, la del PNV-PSE y las modificaciones planteadas por Bildu en la Diputación de Gipuzkoa con el respaldo de los socialistas solo tienen “diferencias de carácter técnico” que “no son insalvables” para sumar a alguna de las dos formaciones, lo que permitiría esquivar la minoría en la que se encuentran los dos partidos del pacto en las Juntas Generales de Álava y Gipuzkoa.

Preguntado por la fiscalidad planteada por De Andrés, que supondrá según la memoria económica de la propuesta una bajada de la recaudación debido al incremento de deducciones que ha puesto sobre la mesa al contrario de lo que esperan hacer con sus modificaciones PNV y PSE, Erkoreka ha apuntado al Gobierno central, que en la primera parte del mandato de Mariano Rajoy se ha dedicado a incrementar la presión fiscal. “Si después hay una voluntad política que se erige en obstáculos, lo veremos en los próximos días”, ha zanjado refiriéndose al diputado general alavés.

Erkoreka ha querido matizar la función armonizadora que compete al Parlamento en este caso porque, tal y como ha recordado, “armonizar no es uniformizar”, y ha insistido en que es “compatible” la existencia de diferencias entre la fiscalidad de las tres provincias. En todo caso, ha insistido en que corresponde al Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) la detección de dicha desarmonización. Una vez notificado, según el pacto, el Gobierno tendría cuatro meses para elevar al Parlamento una propuesta para armonizar.