Premio jurásico para Progrés

En Gràcia, ayer retumbaron las grandes pisadas de un tiranosaurio. La decoración de la calle del Progrés, inspirada en la película Parque Jurásico,se llevó el primer premio del concurso de calles engalanadas que se realiza cada año en el marco de la fiesta mayor del barrio barcelonés. El podio lo completaron los arreglos de Verdi (el mundo submarino) y Mozart (una competencia de globos aerostáticos). El día 21 se conocerá el resultado de la votación popular, realizada vía aplicación para móvil.

La calle del Progrés también se llevó el reconocimiento al mejor portal. Se trata de un inmenso tiranosaurio de 15 metros de largo, que cuidaba la entrada del recorrido por la versión gracienca del mundo de la cinta de Steven Spielberg, estrenada en los cines en 1993. Para los treintañeros, la generación de la película, era imposible no reconocer el coche en que los turistas recorrían la isla donde estaban confinados los animales prehistóricos, la máquina que manipulaba los huevos, la gran puerta de ingreso al parque... “En Progrés siempre vamos tarde, pero este año nos hemos dedicamos a fondo en julio y agosto a tenerlo todo listo”, explicó Clara Guiu, de 29 años, que forma parte de la comisión de fiestas de la calle, visiblemente emocionada.

La calle ganadora no quedaba primera desde hace 29 años

En el impresionante decorado, las bolsas verdes de basura forman el follaje del parque donde viven decenas de criaturas, como velocirraptores o el volador pterodáctilo, moldeadas con una malla metálica y pintadas con esmero. Inclusive una gran piscina, recurrente en las decoraciones de Progrés, hacía las veces de estanque del que emergían algunos de los animales. Guiu contó que una veintena de personas participaron en la elaboración de la decoración, con vecinos y amigos de todas las edades. “Estábamos muy contentos, es de las mejores que habíamos hecho. Llevábamos dos años consecutivos quedando quintos y no nos queríamos hacer muchas expectativas para no quedarnos con la desilusión, como ya nos había ocurrido”, confesó la joven.

Pero la suerte esta vez los acompañó. Progrés no ocupaba el palmarés hace mucho tiempo. Emilio José Manero, de 84 años, uno de los veteranos de la calle, recordó, puro en boca, que hace 29 años no ganaban.

Ricard Estruch fue homenajeado por sus años como presidente de la fiesta

Pero su memoria va más allá de los 29 años que hace que no ganaban. “Durante el franquismo nos castigaron una vez porque hicimos una decoración que no les gustó. Para que nos volvieran a aceptar en el concurso, al año siguiente, hicimos una Cruz de mayo”, relató el vecino.

Cuando la presentadora mencionó la calle Verdi como segundo premio, durante la ceremonia de entrega de premios en la plaza de la Vila, la alegría estalló en la comitiva de Progrés. Los vecinos habían contratado un grupo que tocaba la banda sonora de la película y se trajeron un tiranosaurio y un velociraptor de la decoración para subir a recibir el premio. Después la fiesta se trasladó a la calle, a donde llevaron el pequeño trofeo y el diploma que los acredita como los ganadores. Por un rato la cerraron para tener un poco de intimidad y tomarse todas las fotos del mundo para recordar para siempre ese momento. Entre los premios que recibieron también están una excursión para 30 personas a la Isla Fantasía y una caja con vinos de denominación de origen Cataluña.

Este año, el jurado premió la ortodoxia. Muchos daban por ganador el mundo aéreo de Mozart. Cuando la presentadora los nombró como terceros, muchas caras se torcieron. Minutos antes, esta calle se había llevado los reconocimientos a la mejor reutilización de materiales, el decorado más original, el mejor techo y el mejor detalle artístico, por unos pájaros que vuelan junto los objetos que parecen flotar sobre la calle. En Mozart, que el año pasado había quedado de segunda y el anterior de tercera, estaban seguros que este iba a ser su año. Pero se repitió la misma situación del 2012, donde también se llevaron la mayoría de los premios especiales, pero no el primer sitio en el podio. La propuesta de esta calle rompe con el esquema tradicional de decoraciones: se volcaba al contenedor para escarbar en él y convertir lo que allí había en belleza y magia. Más oscuro y barroco y conceptual que el resto, cada uno de los objetos que penden de cables implica un gran trabajo manual.

Verdi tampoco quedó contenta con el resultado, pero se llevó a casa el diploma del segundo lugar y la mejor iluminación. El año pasado, con la recreación del mundo del lejano oeste estadounidense, se habían llevado el primer premio. La granja de Fraternitat, por su parte, se quedó con el cuarto puesto y el mundo de la imprenta de Joan Blanques del Baix del Toto, un recorrido por la escritura desde Altamira hasta Silicon Valley, ocupó la quinta posición.

La entrega de premios fue aprovechada por las 17 calles participantes y Joan Blanques de Dalt (que este año no ha sido decorada) para hacerle un homenaje a Ricard Estruch, el presidente saliente de la Fundación Fiesta Mayor. Antes de comenzar el acto, le regalaron un gran collage con 1.700 fotografías de la fiesta mayor.

La fiesta de Gràcia acabará el próximo martes. Hoy se verá la cara más soberanista de la celebración. Esta noche en la plaza Pi i Margall la Assemblea Nacional Catalana se propone dibujar una bandera Estelada con más de 8.000 velas.