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Elche ya siente la apoteosis del Misteri

El patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad viene precedido por la Nit de l'Albà

El Misterio de Elche.
El Misterio de Elche.JOAQUÍN DE HARO

Elche (Alicante) encauza su fiesta hacia sus días más esperados, comenzando con la Nit de l'Albà que en la medianoche de este martes iluminará el cielo y preparará al pueblo ilicitano para uno de sus mayores orgullos y tradiciones: el Misteri, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

Tras dar carpetazo el domingo a sus Moros y Cristianos con un desfile cargado de humor y crítica social y política, Elche se prepara en su camino hacia el éxtasis del Misteri, la muerte y coronación de la Virgen, una representación teatral sacra con raíces, todavía por determinar, entre el siglo XIII, como dicen los locales, y el siglo XV, como apuntan investigaciones ajenas a la creencia popular.

Para entender el alarde que hacen los ilicitanos de su fiesta hay que pensar que se trata de la única obra semejante representada sin interrupción hasta la actualidad. No dejaron de hacerlo ni durante su prohibición en el Concilio de Trento e incluso obtuvieron una bula del papa Urbano VIII en 1632 para poder continuar con su tradición.

Pero antes de la entrega devota a la Virgen, viene una orgía de pólvora: la Nit de l'Albà. Unos 3.000 cohetes iluminarán este martes el cielo a la medianoche en una imagen imborrable para aquel que asista a un espectáculo enraizado en la ciudad desde el siglo XV. Previa a esta explosión masiva de luz, ocho mil docenas de cohetes surcarán la noche como ofrenda a la virgen. Originalmente, el día 13 de agosto las familias ilicitanas tiraban una palmera por cada hijo nacido.

La del martes es una noche para la pólvora. También para su lado más alocado, como son la guerra de carretillas, que ocurre en una zona delimitada por el Ayuntamiento para los ilicitanos más amantes de los petardos. Los más previsores se parapetan en trajes de plástico. Siempre hay heridos, año tras año. Por ello más de 600 efectivos velarán por la seguridad en esa noche. 

Y el miércoles la ciudad entera aguantará la respiración. Comienza la Vespra, la primera parte de este Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad que incia su liturgia este miércoles con la entrada de la Virgen -representada por un niño de corta edad, no actúan mujeres- en la basílica de Santa María. La María, como se conoce a la Virgen en Elche, recibirá la visita de un ángel que descenderá de los cielos para anunciarle su muerte y entregarle una palma dorada que portará durante su sepelio. Morirá rodeada de apóstoles, lista para ascender a los cielos.

Todo eso ocurrirá el próximo jueves en la primera sesión de esta representación considerada patrimonio nacional desde 1931 y que ha servido a lo largo de los siglos como rito comunitario en el que se reconocen todos los ilicitanos en un acto que les gusta considerar como universal y no local. Como recuerda el director de la revista Festa d'Elx, Manuel Rodíguez Macià, cuando cita al escritor Joan Fuster: "Elche canta su fiesta con una liturgia estrictamente local, pero cuando la canta , canta por todos nosotros".

Y así llega Elche al día 15, el día más importante del año para los ilicitanos. La noche antes los religioso caminan por las calles vela en mano en la llamada nit de la roà. Los seculares pueden entregarse a las juegas de verbenas en los distintos barrios. En el paseo de la Estación, un macroracó  montado por 150 bares de la ciudad ofrece tapas por el precio de 1,50 euros.

En la segunda sesión del Misteri, la Festa, judíos y apóstoles lucharán entorno al féretro de la Virgen. Al tocar un hebreo el cuerpo inerte de la María, se queda paralizado; prodigio que deslumbra a todos e impulsa a los judíos a entregarse a la fe de Cristo. El Misteri acaba en un extasis con el Gloria Patri retumbando por la basílica, entre la emoción y la tristeza por su final.

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