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Las fundaciones de CiU acumularon 1,6 millones en donaciones opacas en 2008

El Tribunal de Cuentas denuncia que las entidades no acreditaron el origen del dinero

Miquel Noguer

En Convergència i Unió no parecen aprender de los escándalos de corrupción que han salpicado a los dos partidos por financiación irregular. El Tribunal de Cuentas ha vuelto a denunciar en su último informe irregularidades en los donativos que numerosas empresas hacen a las fundaciones vinculadas a ambos partidos. Concretamente, el Tribunal ha denunciado que la fundación CatDem y la Miquel Coll i Alentorn recibieron en 2008, último año auditado, un total de 1,6 millones de euros procedentes de empresas sin que aportaran la documentación necesaria para acreditar su origen.

La ley de Financiación de Partidos Políticos obliga tanto a las formaciones como a las fundaciones vinculadas a ellas a aportar todos los detalles de las empresas que les hacen donaciones. En concreto, se obliga no solo a dejar registrado el donativo, sino también a que éste se ingrese en un número de cuenta habilitado exclusivamente para estos menesteres. Además, los partidos y fundaciones que reciben dinero de empresas deben librar al Tribunal de Cuentas un certificado aprobado por el consejo de administración de las compañías donde se refleje claramente la decisión de donar dinero. Con ello se pretende obligar a introducir medidas de transparencia a la financiación de partidos y asegurar que los principales actores dentro de las empresas estén informadas del donativo.

Tanto la fundación de Convergència (Catdem) como la de Unió (Miquel Coll i Alentorn) vulneraron reiteradamente este último requisito en el ejercicio 2008. Concretamente, la fundación de Convergència recaudó ese ejercicio hasta 1,77 millones de euros en donativos. De éstos, 41.880 fueron de particulares y 1,37 procedían de empresas. El Tribunal de Cuentas ha denunciado que esta última partida contiene 836.211 euros que fueron donados sin que conste la autorización de los órganos de gobierno de las empresas.

La fundación Miquel Coll y Alentorn, vinculada a Unió, ha incurrido en la misma irregularidad. En este caso, los ingresos por donativos ascendieron a 1,24 millones procedentes fundamentalmente de personas jurídicas. La fundación no remitió los acuerdos adoptados por los órganos sociales correspondientes a 28 personas jurídicas por un importe de 764.000 euros. Además, la fundación no dispone de una cuenta específica para ingresos de esta naturaleza.

Fuentes de ambas fundaciones restaron ayer importancia a las denuncias hechas públicas por el Tribunal de Cuentas. En el caso de Convergència, un portavoz aseguró que tras recibir el requerimiento del organismo fiscalizador para detallar el origen de las donaciones se pidió a las empresas que habían donado el dinero que enviaran el certificado aprobado por sus órganos de dirección. De las 47 empresas que habían hecho donaciones solo 17 respondieron a la petición, según el partido. El resto no lo hicieron. Además, según las mismas fuentes “expiró el plazo para tramitar esta documentación sin que recibiéramos la información de la empresa”. En cualquier caso, la Ley de Financiación de Partidos deja claro que es la formación política beneficiaria la que debe aportar la documentación en primera instancia.

Fuentes de Unió Democràtica también admitieron ayer los problemas denunciados por el Tribunal. “Se ha pedido a las empresas que hicieron los donativos que nos envíen toda la documentación, pero no lo hemos recibido”, explicaron. Eso sí, las mismas fuentes recalcaron que todo el dinero procedente de donaciones “estaba debidamente declarado”.

Sin embargo, 2008 no es el primer año en que ambas fundaciones incurrieron en la misma irregularidad. Ya en su informe de 2007 el Tribunal de Cuentas denuncia una situación muy similar. En aquel caso, la CatDem no aportó la documentación acreditativa del origen de donaciones por valor de 251.000 euros. En el caso de la fundación de Unió, de los 120.000 euros que recibió en donaciones en 2007, solo pudo acreditar el origen de 30.000 euros. El Tribunal de Cuentas denunció que, pese a sus requerimientos, la fundación no le remitió mayor información.

Los casos de corrupción vinculados a la financiación de partidos han hecho que los empresarios que aportan dinero a fundaciones de partido busquen el más absoluto de los anonimatos. Por esta razón, fuentes conocedoras de la fiscalización de cuentas de los partidos explican que se hace muy difícil que las empresas que aportan dinero quieran después identificarse claramente ante el Tribunal de Cuentas. “Unas lo hacen por miedo a represalias, otras porque no quieren salir retratadas al lado de un partido”, explican estas fuentes.

El informe del Tribunal de Cuentas de 2008 sí resalta un avance en la fundación de Convergència. Concretamente acabó por abrir, tras serle requerida, una cuenta específica para recibir donaciones.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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