Un histórico contra el aparato
Nadal indigna al PSC al pactar con el alcalde de Girona (CiU) por el derecho a decidir
El PSC de la provincia de Girona ha reaccionado con indignación al acuerdo alcanzado por el histórico Joaquim Nadal —alcalde de la ciudad durante 23 años y consejero de los Gobiernos del tripartito— y el actual primer regidor de CiU, Carles Puigdemont, para defender el derecho a decidir de los catalanes. La foto de ambos en la presentación del Pacto por el derecho a decidir tiene mucho de simbólico —Puigdemont arrebató al PSC la alcaldía tras 32 años— y también ha molestado porque late entre las filas socialistas la sospecha de que la iniciativa derivará en una defensa de la independencia, algo que Nadal y Puigdemont niegan.
El que más claro ha hablado es Juli Fernández, primer secretario de los socialistas de Girona. No es la primera vez que el también alcalde de Palafrugell debe lidiar con problemas internos: el intento de la federación de excluir a la exconsejera de Salud Marina Geli de las listas al Parlament crispó al partido. En esa batalla jugó un papel importante la cuestión nacional, al igual que ahora. “Si la iniciativa se identifica con la opción independentista, Nadal deberá elegir entre presidir el pacto o la federación de Girona”, afirma Fernández.
Fernández y Nadal se citaron el martes para tomar un café y limar asperezas. El primero, según su propia versión, le transmitió al segundo que el partido vive un momento complicado y que sus decisiones no son “gratuitas”. “Nosotros estamos a favor del derecho a decidir, pero no queremos ser ni unionistas ni independentistas”, aclara Fernández. Puigdemont, que fue quien ofreció a Nadal la presidencia del pacto, insiste en que la iniciativa es “transversal y radicalmente democrática”.
Pero las críticas llegan por ambos lados del espectro. Otros cargos del partido creen que el gesto de Nadal dio a entender, aunque de forma sutil, a que el PSC no está volcado con el derecho a decidir. “El hecho de que él recalque tanto que es una decisión personal puede generar confusión”, opina Silvia Paneque, primera secretaria de la agrupación local. “La agrupación está muy a favor de este derecho”, insiste. Es de la misma opinión Marc Lamuà, secretario de organización de la federación. “Parecería que nosotros no lo apoyamos”, lamenta.
Imagen polémica
Más allá de las posturas políticas, Nadal ha aparecido junto al principal rival político de su partido en la ciudad. La decisión ha disgustado a la concejal y líder de la oposición, Pia Bosch. Aunque en público se ha mostrado comprensiva —“es una opción personal que debe respetarse”, argumentó—, varias fuentes del partido explican que Bosch encajó muy mal el gesto de Nadal, que la dejó “muy descolocada”. Estas fuentes recuerdan que la relación entre Bosch y Puigdemont es de “confrontación personal”. Bosch no ha respondido a las llamadas de este diario.
Es en este sentido que dentro del partido la iniciativa se interpreta como una “negación” de la herencia del PSC en Girona. “La foto se la podrían haber ahorrado”, reconoce Paneque, que atribuye todo a una “jugada” del alcalde. Nadal no está de acuerdo: cree que la fotografía era “inevitable”, pero insiste en que la voluntad es crear una “plataforma civil separada de las instituciones”. El exconsejero no cree que su decisión haya generado malestar, sino más bien “escepticismo, silencios amables y aplausos”.
En la dirección nacional del PSC las reacciones han sido suaves, aunque alguna cargada de ironía. “Quizá sea el principio de una segunda juventud política de Nadal que tenemos que celebrar”, lanzó Maurici Lucena, portavoz del grupo parlamentario.
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