“Las sanciones no nos preocupan”

Pregunta. Mientras que habla de que las políticas de fomento del euskera en el terreno público están encaminadas, ¿ve margen para mejoras en el privado?

Respuesta. Sí, hay que hacer muchas iniciativas de fomento. Contamos con el programa Lanhitz, de ayudas para hacer programas de euskera en empresas, y el certificado Bikain. Este año evaluaremos 30 empresas.

P. ¿Analiza implantar medidas nuevas?

R. Este año vamos a tener más empresas. Y estamos estudiando el nivel de cumplimiento el nivel de cumplimiento del decreto que aprobamos en 2008 sobre los derechos lingüísticos de los consumidores. Son el 6,5% de las empresas de Euskadi, con una cuota del mercado del 35%. El objetivo es tener una fotografía y ver las dificultades que tengan, para adoptar las medidas. El decreto está en vigor y tiene que ser desarrollado. El decreto tiene una aplicación progresiva.

P. De cuatro años, que terminan ya.

R. Sí, este año es el último. Por eso queremos hacerlo este año. En función de qué esté dando de sí, plantearemos medidas para optimizarlo.

P. En el desarrollo normativo están las sanciones.

R. Con el tema de las sanciones se montó una gran falacia. No las preveíamos ni hoy es un tema que nos preocupa. Hubo mucho interés para que no se entendiese. El decreto hacía referencia general al régimen sancionador previsto en la Ley del Estatuto de Consumidores. Hay una referencia general pero en el decreto no queda tipificado el tipo de faltas por incumplimiento. Si aprobamos una progresividad de cuatro años en las obligaciones, el tema sancionador era secundario. El decreto fue una vía muy novedosa para ir reconociendo y haciendo valer con realismo los derechos lingüísticos en el ámbito privado.