El Liceo presenta un ERE temporal de dos meses para toda la plantilla
La medida no afectará a la programación artística al aplicarse en meses de verano
Los trabajadores del Gran Teatro del Liceo llevaban meses con la amenaza de un ERE sobre sus cabezas. La temida medida se hizo realidad ayer, cuando Joaquim Molins, presidente del Patronato del Liceo, reunió a los trabajadores del coliseo lírico barcelonés para comunicarles la inmediata presentación de un ERE temporal que afectará a la totalidad de plantilla durante dos períodos, del 1 al 24 del mes de septiembre y en julio de 2014. La medida no tiene incidencia directa sobre la actividad artística, ya que la próxima temporada no dará comienzo hasta el 30 de septiembre, y lo hará con cuatro conciertos, opción que no exige una preparación tan larga y compleja como una ópera.
La dirección del Liceo esgrime como argumentación para adoptar el ERE temporal, según ha hecho público en un comunicado, la necesidad de “hacer frente al déficit originado por los ajustes presupuestarios” tras los recortes de las subvenciones y por el “efecto negativo del aumento del IVA en sus ingresos por ventas de localidades”. Los trabajadores ven la medida como un sacrificio inevitable ante la crisis, pero piensan plantar cara “con todas sus fuerzas” a su regulación hasta lograr “minimizar sus efectos” en lo posible, aseguró a este diario Manuel Martínez, presidente del Comité de Empresa. Los responsables del coliseo han declinado hacer declaraciones y remiten al contenido del comunicado.
“Una cosa es aceptar la situación con realismo, como algo inevitable, y otra muy distinta es resignarse ante una disposición que consideramos injusta. Los trabajadores estamos dispuestos, y así lo hemos demostrado, a asumir los esfuerzos necesarios para solucionar el futuro del teatro, pero hace falta un cambio real en la gestión del Liceo, que ha sido desastrosa en los últimos cinco años”, según Martínez.
No por esperada, la presentación del ERE ha sido menos traumática para los trabajadores. La medida no deja de ser consecuencia lógica del paquete de medidas de contención presupuestaria aprobadas el pasado 12 de marzo por el Patronato de la Fundació del Gran Teatre del Liceo, que apuntaban ya hacia una importante reducción del gasto salarial gracias a la limitación del calendario artístico a sólo nueve meses de actividad, de septiembre a julio. “Entendemos la medida, puesto que la gente no va a estar cobrando sin trabajar, pero creemos que hay margen para minimizar sus efectos, algo que pensamos exigir el viernes en la primera de las reuniones que mantendremos con la dirección del teatro”, comenta Martínez, que descarta acciones contundentes como la posibilidad de convocar una huelga que podría afectar a las ocho funciones fuera de abono de Madama Buterfly que el teatro ha programado del 20 al 29 de julio.
Entre los posibles candidatos a sustituir a Marco, Roger Guasch, director de la mutua de L’Alianza, Oriol Aguilá, director del Festival de Peralada y Gemma Sendra y
El hecho de abrir la próxima temporada el 30 de septiembre con el primero de los cuatro conciertos líricos en conmemoración del bicentenario del nacimiento de Verdi, en lugar de inaugurar con un montaje operístico, indica ya el establecimiento de un calendario artístico que contemplaba un ERE temporal como medida inevitable. “Se veía venir, aunque nos habían dicho que la intención era no aplicar ningún ERE, y que estaban buscando recursos para no verse obligados a presentarlo, pero así están las cosas. Sin duda, esta medida va a interferir en la negociación del convenio colectivo que tenemos pendiente. De hecho esta misma semana tenemos una reunión al respecto y, naturalmente, los ánimos están ahora más caldeados”..
Sobre el futuro del Liceo planean más nubarrones, puesto que permanece abierto el plazo para la designación del nuevo director general, en sustitución de Joan Francesc Marco, que finaliza su contrato el próximo día 7 de julio. El Patronato que preside Molins ha optado por contratar una empresa de cazatalentos para seleccionar el candidato idóneo. Entre los posibles candidatos, han trascendido los nombres de Oriol Aguilá, director del Festival de Peralada, Gemma Sendra y Roger Guasch, director de la mutua de L’Alianza.
Para Martínez, el Liceo necesita “menos cargos directivos y una gestión mucho más eficaz, profesional y transparente”, asegura. "La crisis económica no es la única causa de la mala situación del teatro y del descenso del público. Lo que hace falta es una mejor gestión de los recursos a todos los niveles”, apunta.
La sección sindical de la UGT exigió ayer “la dimisión inmediata de los responsables” de la grave situación que atraviesa el teatro a causa de “una nefasta gestión de los órganos directivos del teatro”.
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