Givenchy diseña un uniforme negro con lazo rosa para el Orfeón Donostiarra
La túnica que vestirán las cantantes no sustituirá al actual traje, creado por Balenciaga en 1964
Una túnica en negro con un gran lazo de color rosa, dos de los colores fetiches de Cristóbal Balenciaga, conforman el nuevo uniforme que Hubert de Givenchy ha diseñado para el Orfeón Donostiarra, aunque el estreno de la prenda tendrá que esperar a que la crisis escampe.
El diseño, cuyos bocetos ha llevado a cabo Givenchy, uno de los fundadores del Museo Balenciaga, y que confeccionará el modisto español Lorenzo Caprile, ha sido presentado hoy en San Sebastián con motivo de la firma de un convenio entre el Orfeón Donostiarra y la Fundación Balenciaga por el que ambas instituciones buscarán sinergias y formas de colaboración futura.
El convenio ha sido rubricado por la diputada de Cultura y presidenta de la Fundación Balenciaga, Ikerne Badiola, y el presidente del Orfeón, José María Echarri, quien ha explicado que el traje no se verá en los escenarios hasta "que haya dinero".
Según ha explicado Echarri, en virtud del acuerdo el Orfeón se ha ofrecido a participar en actividades organizadas por el Museo Balenciaga de Getaria y "en función de las circunstancias" se irán perfilando los objetivos y los frutos de la colaboración.
El primero de ellos se ha materializado en la túnica que vestirán las cantantes de la coral donostiarra, elaborada en crepe de poliester para evitar que se arrugue, y que se ciñe bajo el pecho con un cinturón rematado por un lazo rosa.
El traje, que no sustituirá al actual elaborado por Balenciaga en 1964 sino que convivirá con él, es un diseño creado de forma gratuita por Hubert de Givenchy, un modisto que mantuvo una estrecha colaboración profesional con el maestro de Getaria.
La génesis del uniforme se remonta al 7 de junio de 2011 cuando durante la inauguración del Museo de Getaria la vicepresidenta de la Fundación Balenciaga, Sonsoles Díez de Rivera, comentó las excelencias del Orfeón y se planteó la posibilidad de una colaboración entre ambas instituciones así como la elaboración de un nuevo traje para las cantantes de la coral.
En un principio, ha explicado Echarrri, se pensó en convocar un concurso internacional para el diseño, pero "llegó la crisis y el presupuesto no alcanzaba", ha reconocido. Los responsables de la Fundación se pusieron en contacto con Givenchy, quien aceptó la propuesta y se brindó a elaborar los bocetos de forma gratuita, que han sido llevados a la tela por Lorenzo Caprile, uno de los modistos españoles con mayor proyección y uno de los favoritos de la princesa Letizia.
Sin embargo, Echarri ha reconocido que el elevado coste del diseño, que en un principio ascendería a 250 euros por pieza, una cifra que ha considerado "imposible", hace que de momento su estreno tenga que esperar. La túnica Givenchy se verá en los escenarios cuando "tengamos dinero" porque que "no estaría bien" un estreno cuando "en todo el mundo está imperando la regla de la austeridad", ha señalado Echarri, que ha descartado cualquier cambio en la indumentaria masculina del coro.
Este diseño cambia el blanco con el que desde 1932 se han vestido las cantantes del Orfeón, pero mantiene su tradición de "grandes" de la costura.
En 1945 dos orfeonistas que trabajaban en el taller de Balenciaga obtuvieron del maestro un patrón para confeccionar un traje en blanco. Posteriormente en 1964 ese modelo fue sustituido por otro más minimalista diseñado también por Balenciaga y que se utilizó hasta el año 2000, cuando se cambió el tejido pero se mantuvo el sobrio boceto del maestro guipuzcoano y que es el que usan las cantantes en la actualidad.
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