Te darán la puntilla
Retrocedemos medio siglo. Pero esa es la modernidad que predican los burócratas mejor pagados del universo
Primero te insultaron llamándote derrochador, que vivías por encima de tus posibilidades. Después, bajo el lema de “más por menos”, te bajaron el sueldo y te aumentaron las horas trabajadas. Paralelamente, recortaron tus derechos laborales. Así, el empresario podía despedirte con mayor facilidad y con una indemnización miserable.
Entonces, te redujeron la prestación por desempleo. Te echaron de tu casa porque no podías pagar la hipoteca. Eliminaron las guarderías de tus niños. Cerraron el comedor escolar. Subieron tasas escolares y eliminaron becas para que tus hijos no pudieran llegar a la universidad, reducto reservado a los de siempre: los hijos de papá. Ahora, te bajarán la magra pensión que cobrarás algún día.
Retrocedemos medio siglo. Pero esa es la modernidad que predican los burócratas mejor pagados del universo, desde sus enmoquetados despachos de Bruselas, y que obedecen a pies juntillas gobernantes mediocres.
Para cubrirse las espaldas, Rajoy encargó a un comité de expertos que estudiaran la “sostenibilidad” del sistema de pensiones. No hacía falta. Ya conocíamos el resultado: bajar las públicas y promover las privadas.
España invierte en pensiones
¿Qué otra cosa podrían decir esos 10 sabios, de los que siete trabajan para entidades financieras y aseguradoras, Unespa, Mapfre, Aviva, BBVA…? Solo uno votó en contra del dictamen (UGT) y curiosamente apoyó sus conclusiones el de Comisiones Obreras. Increíble.
Aquí de lo que se trata es de repartirse la enorme tarta de 103.574 millones de euros (año 2012). Para sus detractores, una cantidad inasumible. Falso.
España invierte en pensiones el 10,1% del PIB, menos que la media de la UE (11,3%) y lejos de lo que gastan vecinos en crisis como Italia (15,3%), Francia (14,6%) o Portugal (12,5%). Lejos de quienes nos exigen más sacrificios: Austria (14,1%) y Finlandia (12%), el país de Olli Rehn, el comisario europeo de Asuntos Económicos que nos exige recortes.
Un dinero que no da para muchos lujos: la pensión media que cobran los nueve millones de pensionistas es de 855 euros mensuales. Algo menos los 1,4 millones de andaluces: 778 euros.
Pero lo que dicen esos expertos elegidos a dedo no va a misa. Otros sostienen que sus cálculos interesados no tienen en cuenta factores tan importantes como el aumento de la productividad. Lo explican muy bien en su libro Lo que debes saber para que no te roben la pensión (Espasa) los profesores Vicenç Navarro y Juan Torres López.
Porque las pensiones no son una concesión graciosa del gobierno de turno. El artículo 50 de la Constitución dice: “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”.
En opinión del sevillano Torres López, los expertos pagados por los bancos intentan debilitar el sistema público de pensiones y sembrar el miedo para que se suscriban pensiones privadas.
¿Qué hacer? Echarse a la calle y exigir trabajo, como han hecho esta semana los trabajadores andaluces. Una comunidad con 1,5 millones de parados, de los que la mitad ya no recibe ninguna prestación. Porque el peligro no son las pensiones del mañana, sino la falta de empleo y los bajos salarios de hoy.
De lo contrario, como dice sarcásticamente nuestro admirado Miguel Ángel Aguilar, corremos el peligro de que se cree el Cuerpo de Puntilleros del Estado, que mandaría al otro barrio a quienes superen los 80 años.
No es ninguna broma. En el fondo, si se deteriora el sistema de salud y se desatiende a los mayores (adiós a la dependencia) se acortará la esperanza de vida. Porque, como dijo uno de esos burócratas que cobran salarios y retiros millonarios, si primero vivimos por encima de nuestras posibilidades, ahora dicen que vivimos más de lo necesario.
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