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Ordóñez arremete contra los gestores de la CAM y la Generalitat valenciana

El exgobernador recuerda ante las Cortes Valencianas que la supervisión era del Banco de España, pero la gestión y nombramientos de la caja, de la comunidad

comparecencia de Fernández Ordóñez en las Cortes Valencianas.Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

“Lo que es distinto en la CAM es lo que han hecho sus gestores que, desde luego, han sido menos profesionales y menos prudentes que otros. O lo que haya podido hacer la comunidad autónoma a la hora de los nombramientos y del seguimiento de las actuaciones de estos gestores”. Así concluyó ayer Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España, su intervención ante la comisión de las Cortes Valencianas sobre la crisis de la Caja del Mediterráneo. “Si hay alguien que es claramente competente para juzgar la conducta de los Gobiernos de la Comunidad Valenciana, no soy yo. Son ustedes”, dijo a los diputados.

No hubo un “especial maltrato, o como quieran llamarlo, hacia la CAM”, señaló el exgobernador. “La CAM se ha comportado de forma distinta a otras entidades”. Después de negarse a acudir a la comisión varias veces, Fernández Ordóñez decidió comparecer para repasar lo ocurrido con la reestructuración de un sistema bancario español que hoy en día “no se parece en nada al que había al estallar la burbuja”.

El exgobernador del Banco de España recordó que las cajas concentraron los principales problemas del sector, pero diferenció entre entidades. “Hubo un grupo de cajas que lo hizo bien”, señaló. “Tenía sus sedes en las comunidades vasca, catalana, asturiana y aragonesa”. Otras cajas, indicó, “no aprovecharon el salvavidas” que se les ofreció. Concretamente, “los gestores de la CAM, ni lo hicieron bien durante la burbuja ni supieron aprovechar la reestructuración bancaria”.

Dueños de las cajas

La comparecencia. Miguel Ángel Fernández Ordóñez se convirtió en el primer exgobernador del Banco de España que comparece en un Parlamento autonómico. El actual responsable del organismo supervisor, Luis María Linde, advirtió de que no podía revelar secretos. Acudió a las Cortes Valencianas acompañado por el director del departamento jurídico del Banco de España.

La frase. "La tarea de mantener un banco solvente, de gestionarlo bien, no es algo que es solo una obligación, sino que es algo que debería interesar a los gestores en primer lugar, y también a los dueños o las comunidades autónomas que, como los responsables de su protectorado, deberían haberse ocupado de que sus entidades fueran administradas y gestionadas de manera profesional y prudente" .

Fernández Ordóñez se detuvo en el intento del sistema institucional de protección (SIP) para crear el denominado Banco Base, una fusión fría en la que la CAM convergía con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria y que registró problemas desde el principio. Tras la ruptura del Banco Base porque las cajas asturiana y cántabra no aceptaron el peso que la CAM pretendía, el exgobernador explicó los pasos que llevaron a la intervención final de la entidad alicantina, que fue incapaz de presentar un plan viable de recapitalización.

El que fuera gobernador del Banco de España se formuló cuatro preguntas sobre la CAM. “¿Fue la larga fase de euforia la principal responsable?”, lanzó en primer lugar. “De la misma burbuja otras entidades salieron mejor. La CAM lo ha hecho peor, o mucho peor”. ¿Fue culpa de la regulación financiera?, se preguntó a continuación. “El 70% del sector bancario español no cometió sus errores”. En tercer lugar, Fernández Ordóñez planteó si la culpa fue de “la actuación del supervisor”, para insistir acto seguido en que “unas cajas lo han hecho bien y otras no”. Finalmente, se refirió a los “problemas de gobernanza” de las cajas, unos problemas “que plantea la ausencia de propiedad, en sentido estricto, en una entidad financiera”. El exgobernador aludió a “la posible interferencia de la comunidad autónoma, con nombramientos inadecuados y gestión no profesionalizada”.

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Los diputados Lluís Torró, de Esquerra Unida del País Valencià, y Mireia Mollà, de la Coalició Compromís, fueron especialmente duros con Fernández Órdóñez, a quien acusaron el primero de maquillar que el “sistema estaba podrido en su conjunto” y la segunda de ser “negligente con la CAM y con el resto”. El socialista Ángel Luna elogió que el exgobernador compareciera en una comisión a la que el PP ha evitado que acudan los responsables de la Generalitat. Vicente Betoret, del PP, calificó al Banco de España de “convidado de piedra” ante la situación de la caja alicantina.

Tras las intervenciones de los diputados, Fernández Ordóñez recordó que está sometido al “deber de secreto”. “Sobre las preguntas concretas no puedo hablar”, advirtió, pero reveló que, de 2008 a finales de 2010, el Banco de España hizo seis inspecciones a la CAM. “Normalmente, las entidades van corrigiendo lo que se detecta y se resuelve sin alarma social”, comentó. “Algunas no lo hacen”.

Sobre su famosa frase de que la CAM “es lo peor de lo peor”, el exgobernador se refirió a los “daños que los gestores de la CAM han hecho a la propia CAM” y a la repercusión de sus problemas, que saltaban a la prensa continuamente. “Sonó muy fuerte, pero era cierto”, añadió. El exgobernador fue tajante al otorgar al Banco de España todo el poder en la supervisión de solvencia de las cajas de ahorros, pero calificó de “escándalo” las remuneraciones de directivos e insistió en que el supervisor no puede vetar los nombramientos. Eso corresponde al Gobierno autónomo. En alusión al papel del Instituto Valenciano de Finanzas, dejó caer: “En mi opinión, no solo tenían el derecho, sino la obligación de mirar cómo estaba la caja, mucho más cuando el Banco de España les pasó toda la información”.

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