Las memorias de un periodista que fue editor

Juan Cruz (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1948) presenta en Bilbao su último trabajo literario Especies en extinción (Colección Tiempo de Memoria, Tusquets) donde evoca, como le gusta señalar al propio autor, su pasión por dos oficios, el de periodista y el de editor, que tan bien conoce después de los años que ha dedicado con la pasión que le caracteriza, siempre acompañada del compromiso.

Después de medio siglo ejerciendo la profesión de periodista, con una vinculación a EL PAÍS desde su fundación, Juan Cruz es autor de una extensa obra literaria y ensayística que le ha proporcionado varios premios como reconocimiento a su estilo. Conversador nato y ameno, creativo de la palabra adecuada y de esa entonación intransferible, este hombre de la literatura en su sentido más amplio también es un asiduo de tertulias radiofónicas y de televisión.

En Bilbao, ha rememorado su trayectoria hilvanando una catarata de anécdotas que hacen presagiar las páginas escritas en su reciente libro. Dotado de una agenda por la que suspiran muchos de sus compañeros, aliado de la noticia en los más diversos campos de la creación cultural, la política o el fútbol, pero enamorado sobre todo de su nieto, Juan Cruz rememora aquellos años en los que dirigió Alfaguara donde recopiló los muy diversos modos de entender la relación con los autores, o como dice en su obra "acompañarlos en sus miedos y sus vanidades, pero también en su amor por la palabra escrita, capaz de crear mundos más reales que el mundo real".

Con Especies en extinción aporta continuidad a su anterior libro Egos revueltos por el que obtuvo el premio Comillas de historia, biografá y memorias en 2009. Una galardón que se une a los obutenidos anteriormente con el Azorín de novela y el Nacional de Periodismo Cultural.

En las páginas de su último libro, Juan Cruz reflexiona sobre el papel del periodismo y la literatura en estos momentos. Es ahí donde tercia en el debate planteado sobre el futuro de los medios impresos en papel que tanto le afecta porque compromete a sus pasiones: el libro y el periódico.