PNV y PSE buscan un pacto de país ante el declive político y económico
Los dos partidos admiten, de entrada, la dificultad de llegar a “un pacto global”
PNV y PSE-EE se estaban buscando sin decirlo desde hace varias semanas y ya se han encontrado. La angustia nacionalista por su debilidad parlamentaria para sostener con garantías al Gobierno vasco de Iñigo Urkullu frente a los retos de la crisis económica y la imperiosa necesidad de los socialistas de buscarse un hueco propio en un escenario que retrata su soledad institucional han posibilitado este acercamiento, que se escenifica hoy con una foto de calado político en la Cámara de Vitoria. Los dos partidos, habituales en anteriores gobiernos de coalición en Euskadi por los que ahora mismo suspira la clase empresarial, y que propiciaron durante años un clima de reconocida estabilidad, comienzan un largo y espinoso proceso de negociación que será muy diferente al conocido hasta ahora.
De hecho, ambos partidos admiten que el acuerdo “será muy difícil” y que su punto de partida obedece a la necesidad de proyectar a la ciudadanía un clima de entendimiento “entre diferentes” cuando se atraviesa por un creciente crisis económica y una devaluación de la clave política. Los dos partidos han tragado saliva antes de pautar consensuadamente el orden del día de la reunión de hoy. El PNV, de un lado, porque no puede mantener por más tiempo su propósito inicial de llegar a acuerdos puntuales que salvaran la gestión del Gobierno Urkullu en esta legislatura y se ve obligado a recurrir a los socialistas, a quienes ha desdeñado. El problema radica en que medio año después del inicio de su mandato, el lehendakari sigue añorando un pacto de estabilidad, un acuerdo de mínimos entre partidos para ofrecer a la sociedad un plan de estímulo económico tras el fracaso que supuso la retira de sus primeros Presupuestos. Los socialistas, a su vez, libran una particular batalla entre mantener por más tiempo el desgaste del PNV en justa correspondencia al castigo de que fueron objeto durante el mandato del lehendakari Patxi López o proyectar una sensación de compromiso con el país en un momento de debilidad económica.
Los socialistas descartan
Al final, ha triunfado, aunque con una abierta resistencia interna, la estrategia de procurar una imagen de responsabilidad compartida y así se ha abierto la puerta al diálogo con el PNV. Pero, en esta ocasión, los socialistas hacen especial hincapié en abortar especulaciones sobre posibles gobiernos de coalición o pactos de legislatura. Es decir, descartan un cambio de cromos, en línea con su postura en la negociación presupuestaria donde mantuvieron su rechazo al proyecto por una cuestión de pura razón ideológica. El PSE-EE se ha adornado de un lenguaje político propio a partir de su salida del Gobierno. Sobre esta máxima, Patxi López busca aquellos acuerdos de país que permitan incorporar el sello de la inspiración socialista y es por eso que pone especial énfasis en acuñar una nueva política fiscal más distributiva por encima de dónde tenga que producirse el debate, el análisis de las duplicidades en el entramado institucional y la defensa de los servicios públicos ante el riesgo de los recortes. Frente a esta carta de exigencias, el PNV al menos está dispuesto al diálogo porque también comprende que no puede pasar más tiempo transitando por su soledad sin acuerdos.Pero en el EBB saben que es difícil llegar a un acuerdo con el PS-EE sobre las materias a debate.
Con la negociación orillan a EH Bildu y al PP
Los socialistas coinciden en esta dificultad aunque admiten “que merece la pena intentarlo”. Para tensionar el ambiente previo a la primera cita, desde las dos partes se han cruzado en las últimas horas, y a modo estratégico, mensajes elevando la dificultad del entendimiento, a lo que han colaborado Joseba Egibar, de un lado, y el propio Patxi López, ayer durante el acto socialista en Durango. Pero la voluntad de procurar un entendimiento por las opuestas necesidades que acucian a ambos partidos ha sido la correa de transmisión en los contactos previos que Joseba Aurrekoetxea, Andoni Ortuzar y Pilar García de Salazar, desde el PNV, han venido manteniendo con Rodolfo Ares hasta concertar la reunión de hoy. Con su negociación, unos y otros polarizan el debate político, orillando con toda intención a EH Bildu y PP
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