La presión obliga a diputados andaluces a bajarse las dietas

En cuestión de horas y después del hervidero generado en las redes sociales, los tres grupos políticos del Parlamento andaluz (PSOE, IU y PP) decidieron, con la misma unanimidad con que lo aprobaron, eliminar la subida de dietas para el presidente de la Cámara autonómica, Manuel Gracia (PSOE), y los portavoces adjuntos: cuatro socialistas, cuatro del PP y uno de IU. El incremento fue acordado el 20 de marzo, pero este jueves se publicó la decisión en los medios del grupo Joly y, ante el revuelo generado, los grupos rectificaron en cuestión de horas.

Gracia se adelantó y a media mañana ya había emitido un comunicado en el que informaba de la propuesta para anular la “actualización de las dietas semanales para los portavoces adjuntos y al propio presidente”.

La subida, según informó Gracia, fue “justificada” por la “actividad que desarrollan dichos parlamentarios”. En función de esta decisión, los portavoces adjuntos pasaban a cobrar las dietas de los miembros de la Mesa y portavoces, unos 500 euros semanales. La cantidad prevista para el presidente, que ya cobra un complemento de 1.537,37 euros al mes, pasaba de 500 a 600 euros semanales.

Según el acuerdo del pasado 13 de febrero, el sueldo base de un diputado en Andalucía es de 3.020,29 euros, cantidad a la que hay que sumar los complementos por los diferentes puestos y dietas semanales en concepto de transporte, alojamiento y manutención. Este régimen de remuneraciones es público y puede verse en la página web del Parlamento de Andalucía.

Los diputados andaluces cobran por gastos de alojamiento y manutención entre 200 y 500 euros semanales, según la residencia habitual y si se es miembro de la Mesa o portavoz. A estas cantidades fijas se añaden complementos mensuales que oscilan entre los 175 euros o los 1.200, también en función del cargo del diputado.

Responsables de los tres grupos, y tras acordarlo a primera hora con Gracia, respaldaron la rectificación, aunque ninguno explicó cómo se acordó por unanimidad una medida que todos consideraron “inoportuna” o “desacertada”.