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La plantilla de Privilege pelea por la fábrica contra los que la arruinaron

Los trabajadores de la empresa presentaron una oferta de 2,6 millones de euros

La pelea de los trabajadores de Privilege por hacer con las riendas de su antigua fábrica dura ya 15 meses. En este tiempo, han visto como la firma de aglomerado pétreo de Narón echaba el cierre y los ponía de patitas en la calle aunque, aseguran, el negocio era perfectamente viable. El otro mazazo se lo dio un juzgado mercantil de A Coruña, en enero, cuando adjudicó la planta a los herederos del mismo empresario que la llevó a la ruina.

Más de la mitad de la plantilla de Privilege, 45 de 74, se embarcó hace unos meses en Seaquarz SL, una sociedad anónima laboral en la que empeñaron sus finiquitos (650.000 euros) para pujar en la subasta pública por su antigua fábrica y reflotarla. Su oferta económica (2,6 millones) era inferior a la que presentó Poliver (6 millones), una empresa pantalla que manejan los descendientes del dueño de Quarella, la familia Godi, pero contaba con el respaldo del Gobierno gallego con dos créditos participativos del Igape y Xesgalicia y se comprometían, sobre todo, a mantener los empleos. Poliver Iberia SL se registró hace poco en Madrid con el capital social mínimo (3.000 euros) y su administrador único desde marzo es Raffaele Zanotta, que fue el presidente y administrador único de Privilege.

La corporación de Narón ha cerrado filas con la plantilla a los que arropa en su pelea por hacerse con la nave y la maquinara. El alcalde, José Manuel Blanco, de Terra Galega, recibió el el viernes al Comité de Empresa. Este lunes, lo hicieron las diputadas socialistas Beatriz Sestayo y Paloma Rodríguez. Todos han reclamado una reunión con el conselleiro de Industria, Francisco Conde, para que rinda cuentas por las subvenciones públicas que recibió una firma que ahora levanta el vuelo. Los extrabajadores aseguran que la intención de Poliver es desmontar las líneas de producción, abandonar la nave y llevarse a Italia el material, valorado en más de un millón de euros. Ellos, a través de Seaquarz, prometen mantener los 45 puestos perdidos, han diseñado dos planes de viabilidad y mantienen contacto con sus antiguos clientes para reactivar los pedidos. Sólo les falta una fábrica para trabajar mientras la suya sigue cerrada con las máquinas paradas y las herramientas oxidándose.

En todo el mundo sólo hay 17 empresas que fabriquen este mismo producto que sirve, por ejemplo, para encimeras de cocina. Ninguna otra ha tenido problemas económicos, puntualizan. La única que cerró fue esta: Privilege Advanced Surfaces SA -antes Tilestone- que llevaba 20 años asentada en el polígono industrial de As Lagoas (Narón), cortando y tallando piedra. La firma, propiedad del grupo italiano Quarella (60%) recibió “unos 3 millones de euros en ayudas públicas” desde que se estableció en 1991, denunció el regidor naronés, y el 40% de su accionariado era público y se lo repartían, a medias, el Sepides y Xesgalicia. “La Xunta no puede abandonar a estos trabajadores, y menos ahora, tal y como está la situación en la comarca”, exigió Blanco. Sestayo, del PSdeG, opina que hubo “extrañas irregularidades” en la subasta y pide que se investigue porque se adjudicó la planta a sus antiguos dueños a través de una empresa creada “después” de la puja. El plazo que el juzgado Mercantil de A Coruña dio a Poliver para depositar el aval de la subasta expira el 5 de junio. El Ayuntamiento naronés ha dicho que “hará lo posible” para que la empresa vuelva a ser viable y el PSdeG llevará el caso de Privilege al Parlamento y al Congreso a través de una batería de iniciativas y preguntas.

 

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