El vuelo fatal de un piloto que quería sumar horas

El piloto Ignacio Carretero, un ciudadano español de ascendencia argentina, de 22 años, resultó herido muy grave y fue el único superviviente del grupo de cuatro personas que viajaban en la avioneta Cessna 172, que se precipitó en la tarde del viernes en Mallorca. El joven invitó a tres de sus amigos a una excursión que para él debía ser un vuelo más con el fin de sumar experiencia.

El aviador necesitaba acumular horas de vuelo y pilotaje. Alquiló la avioneta porque tenía la intención de ascender profesionalmente desde su título de escuela privada para pequeñas aeronaves a las credenciales oficiales que se exigen para manejar aviones comerciales.

Desde el año 2000, en Mallorca se han contabilizado hasta 44 accidentes aéreos de pequeños aparatos privados, con el resultado de 20 muertos. En la mayor parte de sucesos se han visto implicadas avionetas, también cuatro ultraligeros. En dos accidentes mortales se vieron implicados aparatos de lucha contra incendios.

La dueña de la avioneta siniestrada, Valeria Turner, de Aviation Center, subrayó en declaraciones a los medios locales la competencia que del piloto: “Ignacio es excelente y muy competente; a pesar de su poca experiencia es excepcional”. Dijo que era uno de los tres más seguros de grupo. Obtuvo el título tres años atrás en Son Bonet, el aeródromo del que despegó. Para Valeria Turner todos los papeles estaban “en regla”.

La avioneta se accidentó a menos de dos kilómetros de la pista, en los ocho minutos posteriores al despegue. El aparato se estrelló junto a una finca agrícola, al lado de un árbol, cerca de una rotonda de la carretera. Cargado de combustible se supone que el piloto detectó algún problema e intentó regresar a pista. Descendió en una posición como si intentara un aterrizaje de emergencia; no se precipitó en picado, según los testigos.

Esos vuelos de rodaje para amigos son “muy habituales” según la propietaria de la avioneta. “El aparato estaba perfectamente, con todas las revisiones oficiales en regla, absolutamente todo”, reiteró. Según la empresaria la Cessna había superado dos semanas atrás el examen general e imprescindible de las 200 horas. Diferentes videos privados rodados por vecinos mientras perdía altura la avioneta ayudarán a los investigadores que deberán analizar las circunstancias del accidente.

El aviador accidentado embarcó a sus tres amigos para una habitual ruta turística aérea, con el fin de observar la isla y el mar desde media altura. El viernes era un día claro aunque algo ventoso. Dos de los tres pasajeros perecieron en el acto y el tercero murió al no poder ser sacado de los restos del avión antes de que le alcanzaran las llamas del depósito de combustible.

Las víctimas mortales son Ernesto Sánchez, de 23 años, de Argentina; Jonan Buitrago, de 35 años, de Colombia, y la española Elisabeth Rubio, de 35 años de Barcelona. La mujer reclamó, a voces, auxilio a las primeras personas que acudieron al lugar del accidente pero tenía las piernas atrapadas entre los hierros. Un bombero se quemó en las manos durante el rescate y un vecino fue asistido por intoxicación por humo.